LA TORMENTA PERFECTA
(Mensajes inolvidables)
Vamos a hablar sobre aquello relativo a los tiempos en que somos
escogidos como instrumentos para un determinado trabajo. Ser llamado para algo
en lo que Dios cree que funcionaremos no es poca cosa. Sin embargo muchas veces
esta invitación causa una cierta crisis incomprensible y mal argumentada
de nuestra parte. Entonces el debe hablarnos de otra manera; para hacernos
entender que persistiendo en esta actitud algo no esta bien en nuestro interior
y que a el más que a nadie le interesa que podamos percibir que esto sucede.
Entonces al tener un panorama más amplio de esta situación Dios tratara con
nosotros de manera frontal, sin rodeos y así reordenaremos algunos
conceptos básicos en cuanto a la posición en la que estamos y descubriremos en
que situación se encuentra la fe que ejercemos.
Indudablemente nuestro Dios no es un Dios aburrido, siempre esta
innovando en cuanto a modos y manera de encarar un tema personal y también
cuando el mensaje no esta dirigido solamente a un individuo sino para un
determinado grupo.
Zarza que arde y no se consume, mar que se abre, maná del cielo, agua de
la peña…Dios no se encasilla en un estereotipo, el vuelve a sorprendernos
detrás de pequeñas y grandes cosas, naturales y sobrenaturales.
Vamos a hablar de un factor común, un recurso natural que viene a marcar
dos historias, dos naufragios y un mismo mensaje. Nuestra primera historia:
Jonás 1:1-4
Primera tormenta: Un tratamiento personal que afecta a un grupo de
personas (instrucciones)
“Vino palabra de Jehová a Jonás…
Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella;
porque ha subido
Su maldad delante de mí.
Y Jonás se levanto para huir de la presencia de Jehová a Tarsis, y
descendió a Jope, y hallo una nave que partía a Tarsis; y pagando su pasaje, entro
en ella para irse con ellos a Tarsis, lejos de la presencia de Jehová. “
¡ ATENCIÓN!...Jonás, no comprendió la petición ni porque debía ser
el, quien fuera a llevar un mensaje a una ciudad que no conocía.
No podemos pensar que Jonás ignoraba la omnipresencia del todopoderoso,
pero con su silencio y su actitud esquiva, le enviaba a Dios una respuesta
inmediata…”no me interesa”
Así que Dios hizo levantar, un gran viento y una tempestad tan grande
que parecía que la nave se partía.
- Hay una lección personal,
alguien debe comprender lo que Dios pide.
- Hay una persona que afecta a
todo un grupo (no es con ellos el tema, es con Jonás, contigo, conmigo,
con el, con ella…en primera persona.)
- Hay una lección que aprender
y poco tiempo de duración.
Jonás conocía las causas de la tormenta, “…Tomadme y echadme al mar, y
el mar se os aquietara
Porque yo se que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre
vosotros”, vs. 12
Primer paso positivo: Hacernos cargo de un problema que tiene una raíz
conocida por nosotros. Sabes de lo que hablo, de cómo tu grupo familiar se ve
acorralado económicamente y todo va peor. Y tú sabes que la relación con Dios
es ficticia, la hipocresía ha inundado el corazón y se ha perdido temor de
tener que dar cuenta a Dios de todas las cosas que hacemos. Entonces El debe
llevarnos a otro ámbito para hablarnos al corazón a través de un conflicto.
Dios necesita la crisis de su siervo porque sabe que a través de ella se
llegara a definir el perfil osado y valiente que El busca que tengamos para dar
un mensaje contundente a la multitud. Solo a través de esta crisis se comprende
la magnitud de una promesa hecha en la presencia de Dios y con el cielo de
testigo.
Alguna vez lo hicimos ¿verdad? Prometimos tanto, en medio de lágrimas
tan emotivas, con manos levantadas y dando un espectáculo digno de imitar en la
primera fila de la iglesia. Mostrándonos tan espirituales y luego nada…hay una
promesa pendiente y Dios no la ah olvidado.
Vamos, ¿no creerán que estoy poniendo en boca de Jonás algo que el no
dijo, o si?…
“…Pagaré lo que prometí…” Jonás 2:9
¿Donde fue esto?... ¿donde cambio de parecer Jonás?...dentro de un gran
pez, el mismo que preparo Dios como lugar de encuentro. Imagínate que vas a
hablar con alguien sobre temas importantes y le dices:
“Bueno… ¿entonces nos encontramos en el vientre del gran pez? ¿Te parece
bien a las ocho de la noche?
Hablar con Dios desde adentro de un problema.
Bueno, míralo desde otro ángulo más optimista, Jonás finalmente
hizo un viaje extra y en submarino.
Primeramente los tripulantes de la nave en la que Jonás viajaba Clamaron
a Dios con gran temor, y ofrecieron sacrificios e hicieron votos. Tres días y
tres noches para aprender que no se puede…
¿Escapar de Dios?...o, si por supuesto, pero no es eso a lo que me
refería,…
No se puede escapar de una promesa hecha a Dios
Finalmente Jonás llevo la palabra de Dios a Nínive y ellos se
arrepintieron de sus pecados. También Jonás aprendió la lección
en la que un mensaje personal afecta casi siempre a un grupo de personas…y Dios
hace como quiere…a veces usando recursos naturales como una tormenta.
Fin de la primera tormenta.
Segunda tormenta: Un tratamiento grupal que afecta a una persona (
instrucciones)
San Mateo 14: 24
“Y la barca estaba en medio del mar, azotada por las olas; porque el
viento era
Contrario “
Una barca en problemas, discípulos en apuros. Jesús les dice que entren
en la barca y vayan a la otra orilla.
Ellos pierden de vista el objetivo, se enfocan en la tormenta, el viento
y las olas. Se llenan de temor y no reconocen al Señor de la creación, se
confunden, se turban, se desaniman.
Solo uno de ellos, Simon, Pedro, se llena de valentía y propone ser
calificado en la fe.
Jesús da la orden y el discípulo camina sobre un elemento natural” el
agua”. De manera sobrenatural Simon recibe una rápida enseñanza de cómo se
puede dar pisadas firmes siguiendo al maestro, poniendo los ojos en el autor y
consumador de la fe.
Pero cuando el objetivo es secundario prevalece el entorno, el problema,
la prueba, el viento, las olas…la tormenta.
¡Hombre de poca fe!... ¿a quien le gusta que lo califiquen así?, ¿Por
qué dudaste? un tratamiento grupal para afectar a una sola persona, para
enseñarle que la duda no tiene cabida en el que declara creer en el nombre de
Jesús.
Los que estaban en la barca también fueron afectados en un segundo
plano,
“Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron, diciendo:
Verdaderamente eres Hijo de
Dios” San Mateo 14:
33
Saben a lo que me refiero ¿verdad?, cuando nuestro entrono se
derrumba y nos sentimos tan solos luchando por sostenernos. Cuando la prueba ha
traído depresión a los que te rodean y nadie aporta nada a favor. Te encuentras
en el límite de tus fuerzas y aun así siguen confiando que todo va a cambiar,
que todo pasara. Pero la presión es tan grande que cedes y te entregas rendido.
Las dudas llegaran pero los que confían en el Señor encontraran paz y fortaleza
para llegar a un buen lugar tomado de su mano.
Finalmente Simon Pedro llego a la otra orilla y fue marcado por este
evento en su apostolado. También aprendió la lección en la que un
mensaje dirigido a un grupo, afecta siempre a una persona en particular…
Y Dios hace como el quiere… a veces usando recursos naturales como una
tormenta.
Fin de la segunda tormenta.
Fragmento extraído del mensaje dado por el Pastor David
Fernandez en la Iglesia Bautista " El Buen Pastor"- Ciudad de La
Plata- Buenos Aires- Argentina