ANTHONY…CARA A CARA
A menudo no
queremos ver a nadie. Mas aun, si las mismas personas están involucradas en un
incidente desagradable en el cual nos hicieron sentir horrible. Tú me entiendes;
hablo de cuando todo sale mal y hay quien te recuerda…“¡Te lo dije!”…entonces
queremos estar solos, lejos de aquellos que están en la retina de nuestros
ojos, señalando con el dedo índice, nuestro error.
Esta es la historia de Anthony, un joven que termino su
semana de la peor manera. Decepcionado de sus amigos que le defraudaron económicamente
sintió que era el momento de regresar a su pueblo Estaba en grandes apuros. Todo
el dinero que debía invertir en sus estudios en la universidad se habían
esfumado ahora había que enfrentar a quienes creyeron en el…sus padres.
Lo que vino después fue solo concretar lo que su imaginación
le diseñaba mientras viajaba de regreso a casa. Otro momento difícil, se sentía
morir, un fracasado…nada podía estar peor. En algún tiempo había sido un entusiasmado
cristiano, pero todo se esfumo en la hoguera del entusiasmo, de la emoción, las
metas personales y materiales fueron ganando
su corazón y pronto se vio, vacío de Dios. Esto no era su preocupación,
el sentía que nada se podía revertir ya. Como solía hacer de pequeño salio de
su hogar pegando un portazo y sin mirar atrás se fue donde creía encontrarse consigo
mismo…a orillas del río.
Entro en el bosque y se acurruco entre las malezas. Dios no
contaba en este asunto, solo pensaba en que no podía estar peor. Pero algo sucedió
repentinamente, una melodía se percibía muy tenuemente en algún lugar del
bosque, alguien entonaba una canción y sonaba como una dulce sinfonía entre la
espesa copa de los árboles. Camino por
espacio de algunos minutos, esquivando ramas y sorteando el terreno. La melodía se escuchaba cada vez mas fuerte,
entonces fue que lo vio… era el…no podía creerlo. Justo frente a el se
encontraba un hombre, ese hombre que era casi una leyenda en su niñez. El
hombre indigente desfigurado por un incendio vivía en un lugar del bosque,
lejos del pueblo, lejos de aquellos que se espantaban de su rostro, de su condición
y se burlaban. Anthony solo quedo boquiabierto encantado con la dulce voz de un
hombre que cantaba con el alma una bella canción que recordó haberla escuchado
alguna vez.
“En presencia estar de Cristo, ver su rostro que será
Cuando al fin en pleno gozo mi alma le contemplara
Cara a cara espero verle, más allá del cielo azul
Cara a cara en plena gloria yo veré a mi Jesús. “
Anthony comprendió cuan equivocado había vivido hasta
entonces. Este hombre del bosque, vivía anhelando por aquel que no hace acepción
de personas, su vida solo tenía un motivo, y era soñar cada día, el estar
frente a quien lo amaba tal cual era. Las cosas no suceden solo así porque si.
A menudo no queremos ver a nadie…y nos alejamos de todos,
pero Dios nos prepara un encuentro con su presencia, donde nos hablara de
alguna manera, claro que su rostro no podremos ver, porque no vera a Dios el
hombre y vivirá…Su gloria, su presencia será la vislumbre de su rostro…
será como verle cara a cara.
David Fernandez