sábado, 15 de octubre de 2022

ANTES DEL FIN

 



ANTES DEL FIN…

MENSAJES INOLVIDABLES

Señales, indicios, cuando algo parece inminente hay señales que anuncian un desenlace, nos encontramos en una versión diferente de una realidad. Nos suele pasar cuando sospechamos que la salud se está perdiendo, cuando una enfermedad nos obliga realizarnos un exhaustivo  estudio de la afección y así  tener certeza a lo que nos enfrentamos..

Hubo un día en que el amor fue un hecho evidente en tu vida, nada más importaba que estar cerca de quien despertó todo tipo de sensaciones al punto tal de jurar en un altar; proteger, “Hasta que la muerte los separe…”

Pero algo fue cambiando, y luego de tanto tiempo te encuentras con una cruda realidad, algo sucedió que da indicios de que las cosas ya no están como lo era en un pasado cercano. Cuando todo era risas y un ámbito festivo daba lugar a una cándida fantasía del corazón.

“Y si sabias que te ibas a separar ¿Por qué te casaste? ¿Acaso no conocías bien a quien habías elegido para darle ese amor a cambio de nada?

Algunas personas, lastimosamente deben escuchar el sermón de los más cercanos que vuelven a repetir aquello que parece el desafortunado diagnostico del fin, de una linda historia.

Quienes hayan vivido una experiencia de estas, hubiesen pagado por un destello anticipado de esa decepción que terminó en separación y en un divorcio. De esa romántica novela en la que alguna vez fueron felices. Hubieran deseado que alguien les advierta que no vale la pena el precio que se esta pagando por esta inversión del corazón, porque llegara una etapa en la que a raíz de circunstancias inesperadas todo se irá derrumbando. Tu amor no será correspondido y tendrás señales de indiferencia, de ausencia, de secretos revelados, señales que hacen indicar que todo lo que fue bello terminara mal.

El apocalipsis de Jesús, era lo que en el clímax de su ministerio nadie hubiese querido oír. Quizás si no hubiesen insistido en saber los detalles del fin de los tiempos, no hubiese sido tan traumático para ellos enterarse de cómo seguirá la historia. Allí en el monte de los olivos sus discípulos se acercaron a él para indagar sobre el tema. (San Mateo  24.3)

 El maestro les habla de una generación futura marcada por el engaño. De impostores que hablaran de un amor ficticio seduciendo el corazón de los incrédulos enamoradizos que serán persuadidos a creer en la mentira. Que la violencia se desatara en cada rincón del planeta en ansias de poder. Hambre, pestes, terremotos…persecución.

Nadie dice nada, se miran entre ellos de rabillo, Tomas, quiere decir algo y Andrés que está cerca le hace un gesto, porque seguramente Jesús va a decir algo más y deben dejarlo hablar.

Jesús tiene la mirada firme enfocada en un punto lejano y aun esta en silencio. Ahora les mira a los ojos de aquellos que aun siguen expectantes y les dice:

“…El amor se enfriara…”

¿Qué?.... ¿Cómo? …el apóstol amado siente que ha recibido un duro golpe, el día anterior el maestro le había dado un contundente mensaje a los fariseos sobre el gran mandamiento en la ley “Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazón…”  y ahora esta revelación dice que ese amor dará indicios de no ser correspondido, señales de un pueblo de Dios que vivirá un tiempo de desidia, a causa del pecado dará señales incomprensibles.

Juan, se pone de pie y en su rostro esta la desazón. Pedro le da un pequeño tirón de la ropa para que se siente de nuevo. Es evidente que el maestro asume su lugar en el reloj profético. El cordero de Dios sabe que aunque el final de los tiempos revela el desamor de su futura iglesia, el subirá a la cruz, el cumplirá la profecía, el resucitara al tercer día.

El apóstol Juan lo comprende profundamente, y entonces siente que quien está frente a él, no es cualquier hombre, porque se pregunta a sí mismo con temor ¿quién  es este, que sabiendo cómo termina esta historia, no renuncia a morir por amor?

Y es que solo hay un modo, un nombre que revela una gesta sobrenatural sin precedentes que aun así como somos, alguien se atrevió a pagar el precio “Porque de tal manera amo Dios a este mundo que ha dado a su unigénito Hijo, para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna…”, Juan percibió este amor en su evangelio, en sus epístolas y en  la soledad de una isla con su propio apocalipsis.

Pero…y si por un momento pudiésemos entrar en la escena de la elaboración del plan de salvación de la humanidad, solo imaginariamente, y encontrarnos con el regalo inmerecido de Dios como única solución a la caída del hombre, y a Jesús con todo derecho diciendo:

Padre…si sabes cómo terminara todo ¿Por qué me das como muestra de tu amor? , si la humanidad será llevada a una infidelidad ¿Por qué me envías a cambio de nada?

Solo nuestra mente puede elaborar conjeturas de un cuestionamiento que no existió. Hoy  quizás  somos  la iglesia que ha comprendido como amar a Dios de verdad, que advierte de un tiempo de señales que dejaran en evidencia que a raíz de que el pecado se multiplica, el amor de muchos se ira enfriando, y que el evangelio será predicado en todo el mundo y entonces vendrá el fin. Si, ese amor incondicional que juramos a los pies de Cristo entregar hasta que la muerte nos separe y estemos en su presencia, debe cuidarse del engaño, de apostasías, porque se levantaran los instrumentos de maldad con todo el arsenal del infierno “de tal manera que engañaran, si fuese posible, aun a los escogidos. “

“El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.”

Fragmento del mensaje dado por el pastor por David Fernández en la iglesia Bautista El Buen Pastor en la ciudad de la Plata - Buenos Aires - Argentina

MENSAJES INOLVIDABLES-2022

 

 

 


jueves, 28 de julio de 2022

HORIZONTE PROFUNDO

 



HORIZONTE PROFUNDO

Mensajes inolvidables

 

A principios de la década del 90, la especialidad en mi oficio  me llevo a un lugar inesperado, una plataforma off-shore en el Mar Argentino en Tierra del Fuego. Allí pude realizar algunas tareas de reparación en la planta. Una cierta aventura cinematográfica en mis jóvenes años de actividad laboral, así lo vivía en una parte de mi imaginación y quizás haya sido un atenuante a la distancia, soledad y riesgo que cualquiera que está allí, no puede evitar asumirla como una obligada experiencia personal.

Aquel lugar, está bien organizado en su control, por sistema automatizados y controladores de proceso, por gente responsable, operarios y supervisores que han sido capacitados en el sistema no solo de producción en la extracción de materia prima, sino también en cualquier tipo de emergencia y evacuación a raíz de un desastre natural, por un desperfecto en algún equipo de funcionamiento de la planta y así también, en el incomprensible e inesperado error humano. Pero sucede, sucedió en Deepwater Horizont (Horizonte Profundo) una plataforma de extracción de petróleo en el Golfo de México, un recurso compartido por Estados Unidos y México. Ahora bien, que sucedió aquí, una explosión en la plataforma causo uno de los mayores desastres de derramamiento de petróleo de la historia y donde murieron 11 personas. En conclusión, el informe final de investigación resume entre otros puntos que:

“La reacción de la cuadrilla de la plataforma Deepwater Horizont fue tardía, ya que demoró cuarenta minutos en detectar y actuar ante la entrada de hidrocarburos al pozo, de modo tal que cuando el personal se dispuso a efectuar las maniobras pertinentes, el gas y el petróleo ya estaban dentro del riser fluyendo rápidamente hacia la superficie”.

Las alarmas encendidas en un panel no es para avisar que algo va a funcionar  mal, cuando se enciende una alarma, el mal funcionamiento ya está instalado.

Siempre a raíz de esto me pregunto, acaso fue  ¿un acto imprudente? ¿Por ignorancia? ¿No fueron capacitados para esto? O…algo ¿deliberado?

En la vida nuestro conocimiento de un determinado tema nos convierte en individuos inteligentes, cualquier actitud equivocada, puede dejarnos en una situación complicada en la cual fuimos entrenados progresivamente desde niños para situaciones especiales, luego fue instinto, intuición, experiencia. En definitiva, una reacción incorrecta o fuera de tiempo puede causar un desastre que no solo nos afecta en primera persona sino también a quienes nos rodean. Pensemos en editar un Trailer de nuestra vida, todos tenemos secuencias, escenas, circunstancias de momentos críticos en el que nuestra actitud definió la continuidad de los hechos. Riesgos, potenciales accidentes, actos, palabras correctas o no, dominio de nuestros actos cuando somos provocados, etc., etc. Un médico que le dice a mi madre que me quedan algunas horas de vida nada más, un revolver en mi frente y un segundo para reaccionar. Cayendo al vacío desde 40 metros y mi mano que atrapa un hierro donde quedo suspendido y me salvo. Corriendo al último vagón del tren y decidiendo si saltar o no…etc. etc. En fin, un trailer que podría seguir editando imágenes. Porque todos vivimos una película y si hay que publicarla, primero hay que buscar las mejores imágenes, las que están llenas de adrenalina. Todos tenemos momento en los cuales nuestra inteligencia natural nos pone a prueba.

La Palabra de Dios dice en Colosense 1:9:

“Por lo cual también nosotros, desde el día que oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e inteligencia espiritual…”

Desde que empezamos a caminar en la fe, hubo quienes nos enseñaron a estudiar la Palabra de Dios. Aun así, hay ocasiones en que perdemos este conocimiento adquirido desde el momento en que nuestra actitud no está en relación a lo aprendido, en lo que fuimos capacitados, cuando la verdad nos fue revelada, enseñada para hacer lo correcto en la voluntad de Dios

El entendimiento de la Palabra nos da sabiduría, el Espíritu nos da discernimiento y empatía para que vivamos una vida agradable ante los ojos de Dios. (S, Mateo 7:19)

 El Entendimiento es la facultad de la mente que permite aprender, razonar, tomar decisiones y la capacidad de pensar.

La Sabiduría es un conjunto de conocimientos que se adquieren mediante el estudio o la experiencia.

El Discernimiento (por el Espíritu Santo) es el juicio por cuyo medio percibimos la diferencia entre el bien y el mal siempre en los principios bíblicos.

Porque, constantemente estamos operando en el mundo real y espiritual en relación a nuestro conocimiento y capacitación en la Palabra de Dios. Nuestros actos están supervisados de esta manera para que nada concerniente a nuestra integridad se vuelva un ámbito en peligro.

Solo pensar que algún antecedente en la historia bíblica expone aun más claramente estas situaciones me da curiosidad, veamos…

“El siguiente día, vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”…”Y yo no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, aquel me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y permanece sobre él, ese es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”

San Juan 1: 29- 33 y 34

A ver, Dios le dio un discernimiento, un conocimiento de un evento sobrenatural, una inteligencia espiritual por el cual sobresale en el relato como un hombre lleno de sabiduría. Esto es finalmente lo que hace la obra de Dios en nosotros, nos capacita en todo conocimiento de su voluntad con la Biblia como instrumento de educación. Pero, ¿por qué sucede?, de manera increíble hacemos algo incorrecto, Juan el Bautista, fue capacitado para ser “la voz que clama en el desierto” enseñado para dar a conocer a aquel a quien anunciaba a la gente, pero, ¿qué le sucedió?

“…Y llamo Juan a dos de sus discípulos  y los envió a Jesús, para preguntarle: ¿Eres tu el que había de venir o esperaremos a otro?” (San Lucas 7: 18.19)

El desconcierto es tan solo como referencia, nuestras actitudes no están en armonía con la Palabra de Dios y por ende con la voluntad de Dios o sea pecamos contra El.

Vuelvo a preguntarme… es por… ¿un acto imprudente? ¿Por ignorancia? ¿No fuimos capacitados para esto? O…es algo ¿deliberado?

Dice el libro de Hebreos 10:26 “Porque si pecaremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por el pecado”

Caramba, estoy pensando en las palabras de Simón Pedro cuando  Jesús preguntaba sobre quien era él para ellos: “Tú eres el Cristo el Hijo del Dios viviente” y más adelante en los momentos en que el maestro es arrestado, su conducta es incomprensible:

“No conozco (a Jesús) al hombre”…”Y el comenzó a maldecir, no conozco (a Jesús) al hombre”.  

S. Mateo 26: 69-74)

Solo hay que imaginarnos en ese acto fallido donde peligra nuestra integridad espiritual. La mirada sensual que comienza a gestar una infidelidad, el rencor que no ha sido olvidado va camino a amargar la vida como una raíz que cada día se aferra más y más. El negocio con trampa que reditúa a corto plazo, La ofensa no perdonada.

Todo comienza con el destello de una alarma que nos avisa que hay algo que ya está mal, que lo que estamos haciendo no esta en la voluntad de Dios, que hay que tomar medidas urgentes para restaurar el correcto funcionamiento de nuestra vida espiritual. Entender a través del conocimiento adquirido una determinada situación, discernir en nuestra capacitación cual es lo bueno que debe suceder para que lo malo no destruya ningún área de nuestra vida que funciona sin ningún control. La Palabra nos dio sabiduría divina para evitar cualquier catástrofe o tragedia espiritual. Tantos ministerios que se han perdido, tantas iglesias que se han cerrado, tantas congregaciones que se han dividido, por una acción incorrecta, por ignorar lo que significa “temor a Dios” Cuantas vidas se alejaron de la fe por una reacción tardía de los lideres y pastores que debían apacentar y pastorear el rebaño. Inteligencia espiritual que nos lleva a discernir a través del conocimiento, para andar como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, creciendo en el conocimiento de Dios.

Fragmento del mensaje dado en la Iglesia “El Buen Pastor” por David Fernández 17-07-22 en La Plata - Argentina

jueves, 27 de enero de 2022

LOS TRES VASOS

 



LOS TRES VASOS

 Cuento 

autor: David Fernández copyright

 

Tal vez estaba oscureciendo temprano o las nubes cubrieron el sol a media tarde y así lo que parecía  ser  algo en concreto, solo era una apariencia. Como si todas las cosas que alcanzamos a ver, perdieran  su color natural por un filtro de opacidad que ha contaminado la visión con algo que más parece un sueño reciente que otra cosa.                                                                                                                     Lo cierto es que Manuel, sabía que cumplir el recado de su madre era más que suficiente, ya que luego su padre no le regañaría por tener edad  suficiente para tener un buen empleo y así no estar  de haragán sin colaborar en alguna tarea de la casa. Ya le parece escuchar el sermón paternal de cada día. Pero Manuel tiene sus razones. Al fin y al cabo era algo sencillo, llevar tres vasos de vidrio de esos baratos, que se compran en una feria de domingo en la plaza del pueblo. No preguntó cómo es que estaban en casa, no le interesaba ya que seguramente fueron prestados para una ocasión especial y había que devolverlos pronto. Piensa que su madre es una buena  madre y que no quiere que lo regañen por el mero hecho de estar tranquilo mirando televisión y cada tanto suele  inventar algo nuevo para justificarlo delante de quien sea. Pero eso ya no importa. Se subió a la bicicleta con la que sale cada tanto a buscar trabajo y en su empuñadura colgó una bolsa plástica de color verde, con sumo cuidado de no romper ninguno de los vasos, la aseguro bien atándola con una cuerda de hilo rojo. Mientras pedalea no piensa si va en dirección correcta porque al momento de partir, el destino se graba en la memoria y luego instintivamente el cuerpo obedece ese dato. Por momentos acelera exageradamente para que el impulso lo lleve unos metros más sin necesidad de hacer un esfuerzo extra y luego deja las piernas quietas. Su respiración es agitada y  siente como olas de calor en el rostro, los puños sudados toman de manera firme el manubrio y los dedos juegan con el mango del freno. El sabe que es solo un juego porque hace ya un tiempo que están rotos, cuando hace falta frenar, lo hace apoyando la planta de su calzado en la rueda y así regula la velocidad. Escupe a un lado y recambia la saliva, como si eso le renovara un esfuerzo diferente. Un silbido repentino en sus oídos le perturba en su pensamiento y el silencio se apodera de su interior por unos segundos y piensa que debe ser por la adrenalina de ganar tiempo y regresar rápidamente a casa  habiendo cumplido la misión. Retoma de manera correcta su respiración, inhalar, exhalar… pero no coincide para nada con la velocidad de sus piernas. Por inercia sabe que en 30 metros doblando a la derecha, saldrá de la avenida principal hacia otra avenida que le lleva de manera directa al lugar que se dirige. No lo pensó como algo premeditado y sin embargo la bicicleta parece tener vida propia  al doblar una curva y cambiar de rumbo, ahora  solo será cuestión de una velocidad constante. Desde allí, calcula unos 20 minutos en línea recta y lo toma en lo personal como el desafío de romper su propio récord. Al pedalear más fuerte balancea su cuerpo de un lado a otro para ejercer más presión en sus piernas, pero sus ojos por leves vistazos toman atención de los vasos que están en la bolsa para que no se rompan y piensa que tal vez hubiese sido una buena idea haberlos envuelto en papel de diario para que no se golpeen entre ellos. Se detiene a mitad de camino y no sabe porque. Mira hacia ambos lados detenidamente y se baja mientras recupera a bocanadas el aire y sigue sin entender por qué ahora está cruzando la avenida caminando y llevando a su lado la bicicleta de frenos rotos cuando aún le falta recorrer una distancia importante hasta su destino.

La apoya en una pared de ladrillos rústicos a la vista, pero no es allí en donde se detiene sino en la otra casa siguiente en donde sus manos se toman  del enrejado que da a la calle. Una puerta justo frente a él a unos 4 metros, se abre y de allí salen algunos adolescentes que ya vienen hablando entre ellos de manera divertida mientras se sacan fotos con sus teléfonos. Pero no reparan en Manuel que los mira y no sabe porque está en ese lugar en donde no conoce a nadie.                                                               Dos chicas que parecen gemelas llegan al lugar y se quedan detrás de él, hablan de algo en voz baja al unísono, tienen la cabellera larga y en uno de sus lados están rapadas. Visten de igual manera, tienen grandes aros en sus orejas y en sus brazos izquierdos, desde el hombro hacia el antebrazo lucen también el mismo tatuaje. Dejan de hablar y sus miradas penetrantes de ojos verdes le da un cierto escalofrió inusual y tal vez solo sea el producto de un día que amaneció nublado y lo encontró sumido en la rutina de cumplir con un favor insignificante. Manuel piensa que ya ha perdido la noción del tiempo que ha pasado desde que se detuvo a mitad de camino en un lugar impensado.                                                           Ahora voltea y se dirige hacia un lateral de la propiedad, porque escucha otras voces que solo están para llamar su atención. Descubre en su visión un lugar acondicionado como  para una fiesta, una parte de un improvisado salón con butacas y mesas plásticas blancas con manteles a tono que tienen centros de mesa de arreglos florales muy sencillos. Las paredes habían sido decoradas con telas de satén color verde agua de mar, pero aun no había nadie allí, seguramente los invitados no llegaban todavía, solo un bullicio tenue era el que provenía de aquellos chicos que se estaban agrupando poco a poco. Hacia un costado del salón como si fuese algo en relación a esa fiesta habían armado una tienda y a manera de vincular ambos lugares habían extendido una alfombra roja. La tienda era rectangular en su diseño y cubierta de lienzos blancos en la parte alta y con muy delicados arreglos de flecos con borlas doradas. Se mueven con una suave brisa. Todo parecía indicar en aspecto que aquello podía ser una cámara nupcial, entonces Manuel comprendió que esto era seguramente una boda, o algo parecido a un ritual ¿Una comunidad  de gitanos tal vez? Fue solo pensarlo para que apareciera la figura sensual de una mujer vestida de novia saliendo del salón. Tenía el rostro cubierto con un velo tan sutil y misterioso que el contexto ya no importa tanto. El vaivén de sus caderas le ha quitado el aliento y apenas puede tragar saliva. Lleva puesto anillos que brillan tanto o más que las lentejuelas de su vestido. Dos mujeres adultas con ropas de colores llamativos la conducen a través de la alfombra, tomándola de cada mano, llevándola  hacia la tienda de lienzos. Se detienen de manera sincronizada a mitad del recorrido y lo miran fijamente,  Manuel al ver esto se sobresalta y voltea repentinamente con el corazón agitado, respirando por la boca pensando en su bicicleta y retomando su camino porque al final de cuenta esta no es su historia.  La secuencia siguiente no alcanza a verla porque esta de espalda, el no vio que el velo se movió suavemente cuando ella lo llamó por su nombre: “Manuel…Manuel”

Recuerda que la bicicleta está apoyada en la pared de la casa de ladrillos rústicos, solo hay que dar el primer paso, tomarla y volver al camino. Entonces ve que su mano derecha sostiene la bolsa verde plástica con los vasos de vidrio, su boca entreabierta lo muestra desconcertado porque él nunca la había sacado del manubrio. Ahora estaba atada en su muñeca con una cuerda de hilo rojo. Giró su cuerpo hacia las mujeres y ella le hizo una pregunta “¿Has traído los vasos Manuel?”

Esa voz caló su pecho, erizo su piel, una voz tan dulce y agradable pronunció su nombre como nunca nadie lo había hecho una seducción que lo deja sin reacción “Sígueme…” le dijo ella, y el, atrapado en el encanto de esta ninfa terrenal, se fue tras su imagen olvidando hasta el mismo rostro de su querida  madre. Ella tomó fuertemente la mano de Manuel y lo ingresó en la cámara nupcial, donde el olor a perfume de nardo, es penetrante y bello.  Aquellas mujeres que la acompañaban desaparecieron en solo un pestañeo como si se las hubiese tragado el mismo aire, pero esto tampoco alcanza a ver porque sigue atrapado en una realidad mágica. La mujer vestida de novia tomó con mucha delicadeza los vasos y hablándole sin quitarse el velo le dijo: “Tómalos en tus manos, no dejes que caiga ninguno, no pueden romperse. No lo entiendes ahora pero lo entenderás luego, solo recuerda, que no puedes fallar… me quitaré el velo; solo cuida de no soltar los vasos”

Ella se acerco aun más y apoyando seductoramente sus manos sobre los hombros de Manuel, le susurro un secreto al oído en lengua romane, como un ruego desesperado que le suplicaba: “Quédate conmigo”… descubrió completamente su rostro levantando el velo. Entonces él, fue llevado en un confuso torbellino de imágenes a su pasado próximo, de su niñez, de su adolescencia y a su martirio diario que lo subestima. Un destino premeditado que le da una apariencia física en público que lo padece como un castigo y por la cual se siente rechazado. Su labio leporino le margina el presente y lo anula socialmente hacia un futuro alterado que ahora  le pertenece a una mujer extraña. Siente odio ajeno que lo ahoga en el desfile de rostros que lo discriminan, burlándose de su apariencia, creyéndolo tan ingenuo como para darse cuenta del escarnio. Pero de ellos lo espera resignado, porque no lo conocen,  no saben de su vida. Pero ¿papá? ¿Por qué te burlas de mí? Soy tu hijo… ¿Porque? Llora con gemidos contenidos porque es dolor del alma, como que la vida le da un golpe duro en una realidad de la que desea escapar y le pregunta a Dios:” Tu,  que eres tan bueno, ¿podrás hacer de mi un bello ángel,  porque  soy tan feo?”  No pudo resistir aquella experiencia sobrenatural resumida en un segundo y fue entonces que los vasos estallaron en pedazos cuando Manuel cayó, quedando tendido en el suelo mirando el cielorraso de la tienda con sus ojos entreabiertos, nublados. Como si un filtro de opacidad hubiese quitado el brillo natural de todas las cosas. Ella salió apresuradamente de la cámara de amor, secando sus lágrimas, tan desdeñada,   dejando su velo sobre el rostro de Manuel.

        “Ya es tarde, no resistió, a muerto, no hay mas nada que hacer” Le bajaron los parpados para anular el morbo que transmite una víctima en estas condiciones. Los agentes de la policía local le preguntaban a un grupo de adolescentes por si acaso fueron testigos del hecho ¿alguien sabe como sucedió esto?” Pero ellos no se tomaban  nada en serio y solo se divierten sacándose fotos selfie con sus teléfonos celulares. En un costado de la avenida esta la  bicicleta retorcida debajo de las ruedas de un automóvil y en su manubrio todavía queda una parte de la bolsa verde con restos de vidrios rotos. Cerraron la puerta trasera de la ambulancia y lo último que se alcanza a ver, es que lo cubren con una manta blanca. Otro agente de policía sigue interrogando al sujeto que conducía el automóvil “Se lo vuelvo a repetir señor oficial no pude evitar el accidente, el muchacho venía manejando su bicicleta con una sola mano y perdió el control por querer sujetar algo que se le estaba cayendo…

jueves, 6 de enero de 2022

CRITICAL POINT

 



CRITICAL POINT 

(Punto crítico) Mensajes inolvidables

Hay maneras de interpretar un determinado momento en relación a un ámbito específico. Una empresa tiene un punto crítico, una función  matemática tiene un punto crítico, como así también la química, etc., etc. En sentidos diferentes por supuesto, pero que evidentemente nos da la comprensión de un comportamiento extraordinario en determinado momento. Como personas razonables nos enfrentamos  alguna vez a este quiebre, a un punto crítico, que no es otra cosa que el instante preciso en que sucede o es necesario realizar algo importante.

Antes de levantar tu copa para brindar por la llegada del año nuevo 2022, justamente faltando algunos 4, 3, 2 segundos nos enfrentábamos a este dilema. Antes de brindar volvimos a repetir el mismo deseo personal para nuestras vidas. El año anterior, solo como un documento recuperado, recordamos también usábamos  las mismas palabras, los mismos anhelos de un porvenir exitoso. Pero en los silenciosos pasillos de nuestro interior reconocemos que no hicimos nada por concretarlos. Una acción repetitiva que no produce cambios. Como hijos de Dios, por fe, tenemos destellos de una sensibilidad a una visión sobrenatural de lo que Dios hará con nuestras vidas, faltando segundos para terminar el año y comenzar otro. ¿Somos cristianos con mucha fe?

o ¿es un mero hablar? ¿Nos conocen en nuestra capacidad de inspirar en la fe a otros? O ¿no alcanzamos a conocernos bien a nosotros mismos?
Pensemos en esto, que hay alguien que está viviendo un momento crítico. El es un hombre de fe, como él, como ella (señalando a la audiencia) que esta cabizbajo, sus labios trémulos se humedecen con lágrimas y mucosidad. Sabes de lo que hablo ¿verdad?, cuando estamos conmovidos por algo y no podemos controlar la mandíbula y  labios que tiritan sin control. Los gemidos ahogados están subordinados al silencio y el, comprende que no puede gritar de dolor aunque quisiera. Está sufriendo y piensa que por obedecer a Dios está pasando por un lugar sombrío y tenebroso, la solución a su problema no la ve delante de él, solo percibe un paisaje de soledad. Le parece incomprensible que lo que Dios le regaló, se lo vuelva a pedir inexplicablemente. Pero obedece en su quiebre, porque es un hombre de fe, así lo conocen. Por lo menos así dicen, y él cree que si, que es un hombre de fe…o es un mero hablar (esto es en referencia a quien presume de conocer a Dios, pero en realidad vive una experiencia abstracta, superficial y no una relación  profunda, intima y solo habla de Dios por hablar)  

Nos hemos visto en situaciones extremas en estos últimos tiempos tal vez, llevados a un punto crítico, en el cual nuestra dependencia de Dios se vuelve real, en la obediencia de esperar una salida a través de su mano. No hay vuelta atrás, no es lo que Dios espera, el, no espera que los valientes cristianos enfrenten una circunstancia con un valor inesperado para luego ceder. Que hablan de un Dios que obra en lo imposible y luego dudan.

Imagine al joven David desafiando al gigante en medio del ejército de Israel, eso lo hace cualquiera, delante del rey Saul, también, pero ahora frente al gigante Goliat, tiene una oportunidad, pedirle disculpas y salir corriendo.

Imagine a los jóvenes amigos de Daniel desafiando al edicto de un rey. De no obedecerlo,  diciendo a sus emisarios de que no adoraran a otro dios que no sea el Dios verdadero en el cual ellos creen, cualquiera puede hacerlo, ahora delante del rey y frente a un horno de fuego como castigo, tienen una oportunidad, pedir disculpas y tomar el primer camello- bus a cualquier lugar. Ellos eran hombres de fe o su fe era ¿un mero hablar?

       El profeta Jonás alguna vez fue al templo, de allí su nostálgica oración (Jonás 2: 4)habló a solas con Dios, el era un hombre de fe, al punto tal que Dios le va a encomendar una misión, Dios no desató este proyecto así porque si, el de ir a Nínive a predicar a la gente el arrepentimiento, Jonás estaba involucrado desde el inicio ( Jonás 2:9)  Pero algo sucedió en él, ( Jonás 2:8)su relación con Dios tal parce era una apariencia,  un mero hablar; de eso estamos seguros y el va a tener que hacerse cargo de los próximos eventos.

Volviendo a nuestro personaje principal, Abraham, el hombre cabizbajo, era un hombre de fe, él obedeció a Dios y le creyó cuando dejo su tierra, su gente y se fue al lugar que le dijo le mostraría como una promesa ¿hasta dónde Dios puede confiarnos sus propósitos no solo en nuestro tiempo sino también en el futuro que el a diseñado y que nos ubica como una pieza relativamente importante? Dios conoce al patriarca, lo conoce bien, ahora necesita que el siervo se conozca a sí mismo, saber hasta dónde es capaz de obedecer a Dios aunque el próximo paso traiga momentos difíciles de soportar. Allí va Abraham, rumbo al monte Moriah, lejos de su zona de confort, con su hijo que lo somete inocentemente a un interrogatorio melódico lacerante ¿Dónde está el cordero para el holocausto?

Un punto crítico fundamental para la continuidad de los sucesos, aun cuando todo está determinado que suceda como Dios quiere, Dios va a realizar algo importante, es el instante preciso en que sucede lo impensado. Porque Isaac, su hijo es el sacrificio.

“Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo: Abraham…”no extiendas tu mano…”porque ya conozco que temes a Dios”

“Entonces alzo Abraham sus ojos y miro (la solución no está delante) y voltea a sus espaldas y aquí un carnero…”

Seamos sinceros, nosotros somos mas impulsivos, sanguíneos y nos atrevemos a enfrentar a Dios de manera frontal, “¿si sabias que te temo porque me trajiste hasta aquí para semejante prueba? ¿Acaso tuve que obedecerte al punto tal de renunciar a lo que más amo?

Porque Dios confía sus planes a hombres y mujeres que no ceden en la duda, que obedecen a Dios de todo corazón, con su vida, con el despojo y el renunciamiento, aunque el ya lo sepa, que siempre lo supo, que le tememos y que somos capaces de entregarlo todo por obedecer su voluntad, o de lo contrario somos un pueblo que dice conocerlo que habla de él como si fuese el todo de nuestra vida y tal vez sea así, o tal vez es solo un mero hablar.

El pequeño joven enfrentado al gigante  no retrocedió, antes bien corrió a la línea de batalla (1 Samuel 17:48)

Los amigos de Daniel no titubearon en su determinación (Daniel 3:18) y allí fueron a parar, dentro de un horno de fuego (Daniel 3:21)

La visión desconocida muestra a Jonás desde adentro de un gran pez, envuelto en algas, en jugos gastrointestinales, saliendo como vomito, deshidratado, soñoliento ahora sobre la arena y bajo el rayo de un sol implacable. Una postal desconocida de su experiencia. El teme a Dios (Jonás 1:9) ahora él se conoce sinceramente a sí mismo y no tiene dudas de ello y lo dice para que los demás los sepan. Dios sabe que Jonás siente temor por su presencia, pero ahora lo llevara a un lugar imparcial para tratar con su vida. Dentro de un pez uno puede comprender muchas cosas. Así lo hizo con Abraham, en el monte Moriah, lo hizo con David en el campo de batalla, lejos de las ovejitas, lo hizo con Sadrach, Mesach y Abed-nego en Babilonia, en el horno de fuego ardiente. Como lo hizo en este tiempo conmigo en una prueba tan difícil de soportar, como lo hizo con vos, en un hospital, en una situación extrema donde obedecer a Dios es lo único que nos queda, confiar en el aunque levantando los ojos, la solución no la vemos de frente. Un punto crítico determinante, de parte de Dios cuando va a sorprendernos con una acción importante a nuestras espaldas (algo inesperado)  y de parte nuestra en el momento preciso en que debe suceder algo importante.

Cuando era un niño llegue al hospital en brazos de mi madre, con un hilo de vida. Allí en el pasillo, el médico fue tan sincero como nadie, la medicina tiene sus límites “Si pasa de esta noche puede tener esperanza de sobrevivir”

Mi madre sollozaba con gemidos y en mi parcial inconsciencia, en la fiebre de mi delirio escuchaba su oración como un gemir contenido. “Señor te lo entrego en tus manos…” “Has tu voluntad…”

Dios la saco de su hogar a un frio pasillo de hospital, para una experiencia que dejaría una huella imborrable en su vida y en la mía también. La historia siguió y hoy puedo contarlo. Mujeres como ella hay muchas, yo estuve en los brazos de alguien que temía a Dios, alguien que lo conocía íntimamente, que confiaba y obedecía su palabra. Fue un punto crítico, cuando ella alzo su mano de renunciamiento, cuando su oración fue la voluntad de Dios de entregarme como un sacrifico de madre. Entonces su voz fue un susurro en el silencio.

Dios está conforme con su siervo Abraham y se lo hace saber (Génesis 22: 16,17)

“por cuanto has hecho esto…” “…de cierto te bendeciré…”

Llamo Abraham aquel lugar, Jehova-Jireh…Dios proveerá

Que ante cualquier circunstancia que trae este año nuevo 2022, podamos confiar en la provisión divina, comience el año con lo que tiene, no con lo quisiera tener, tenemos nuestra fe en Cristo, que no sea un mero hablar, confiamos que ante los desafíos que enfrentaremos no cederemos terreno al enemigo, porque Dios proveerá la salida. Pensemos que Dios nos trajo esta mañana a su casa, a su templo a este lugar, fuera de nuestra  zona de confort, para pedirte en obediencia que le entregues aquello que amas tanto o más que a él. Aunque te lo haya regalado, aunque fue el fruto de tantos años de oración. Tal vez puedas escuchar su voz en tu quiebre que te susurre, “ya conozco que me temes y por lo que hiciste te bendeciré” Que Dios te sorprenda en este nuevo año 2022

Fragmento del mensaje dado el 2 de enero del 2022 en la iglesia El Buen Pastor por David Fernández. La Plata, Buenos Aires. Argentina.

 

ROMPIENDO TUS LIMITES

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