¿COMO PASO ESTO?
Los medios están difundiendo cada día, más y más material con respecto a la pandemia COVID –19 estamos saturados, la nación está saturada de aquello que llego sin previo aviso. Es nuevo para esta generación y también para la anterior, aunque nos tomo por sorpresa los cristianos seguimos sosteniéndonos por la fe y la esperanza que Dios permita que pronto todo esto pase y volvamos a la normalidad. ¿Cómo paso esto? Fueron por los que iban a nacer y tuvieron oposición entonces fueron por los adultos y controlaron el sistema demográfico. Las estadísticas hablan por sí solas. Mientras un sector de la sociedad internacional peca de ingenuidad, otra respira sospechas bien enfundadas de autores intelectuales “yo no fui”. Mientras se disputaba el liderazgo y poder económico del mercado internacional quedamos en el fuego cruzado. Ahora el caballo de Troya esta en el living de casa, en el pensamiento de convivir con la idea de una vulnerabilidad instalada en el sistema sanitario y que parece permanecer indefinidamente. En la Casa de Dios se extraña la alabanza, se extraña la lectura de la Palabra de Dios, la bendición al hermano en el nombre de Jesús… en la Casa de Dios. En la ciudad ahora hay silencio de los que habitaban su Casa. No falta quien irónicamente agrega,” nosotros somos la iglesia”, si es verdad, en parte. No, no estoy llorando en las cenizas de un apagado avivamiento que no llego a ser tal, quiero ser franco conmigo mismo, ya que tal vez alguien no quiera asumir que esto le pase, pero nos pasa créame que nos pasa a todos. Si conoce a un súper cristiano hágame saber porque me gustaría sacarme una foto con él y tener su facebook. Eso sería lo ideal pero el tal no existe. El libro de memoria de Dios del año 2020 aun tiene puntos suspensivos y cuando todo pase ¿volveremos a ser los mismos? ¿Se seguirá en una minoría tal vez siendo indiferentes a la carga que unos pocos solo asumen en la obra? ¿Seguirán teniendo la mala costumbre de no congregarse? ¿Seguirán cuestionando aquellos que nunca diezman si es bíblico o no el hacerlo? ¿Seguiremos pensando que la Casa de Dios es un lugar de entretenimiento donde cada domingo hay que invitar a alguien a compartir la Palabra para no ser monótono ver a tu pastor? ¿Seguiremos envejeciendo en el analfabetismo bíblico porque el afán de la vida nos robo el tiempo tanto que ni para eso teníamos tiempo? Sumado a esto, el caballo de Troya que está en el living como inquilino no deseado mofándose de haber alterado la vida de toda una nación.
“Y ahora Señor ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti,
dice Salmos 39:7
Es tiempo de tomarnos de sus promesas, de examinar
nuestras vidas a la luz de la palabra, de arrepentirnos y volvernos a Jesús
buscar su presencia en oración. Que Dios pueda tener misericordia de nosotros y
perdonarnos para que cuando nos llame a entrar a su Casa, algo haya cambiado en
nuestras vidas.
David Fernández