lunes, 6 de mayo de 2024

ROMPIENDO TUS LIMITES




ROMPIENDO TUS LÍMITES

Mensajes inolvidables

En un enfrentamiento bélico, se emplean estrategias de combate, si bien esto puede definir un conflicto también puede agravarlo. Quien tiene un poder armamentista importante tiene una chance extra y puede estar más confiado en un posible resultado a su favor. Si a esto le sumamos una coordinada y bien ejecutada estrategia, se hace más sencillo ganar una guerra.

Una parte de la batalla se libra en el campo, en las trincheras, en el fuego cruzado. Donde soldados bien entrenados deben dar muestra de su valor, patriotismo y espíritu guerrero. En esto no puede fallar la nación que manda a quienes están capacitados para estar en el frente de batalla. Nadie que lucha con sus propios temores y conflictos mentales puede ceder al avance ordenado por sus superiores, aunque el desembarco sea en la costa de “Normandía”

(Desembarco en la costa de Francia del ejercito aliado el 6 de junio de 1944, segunda guerra mundial)

Otra parte de la guerra, si bien es en algún aspecto virtual, se lleva a cabo en una base militar, en un salón, donde las principales autoridades buscaran elaborar el mejor plan de ataque.

Como una buena analogía, la vida cristiana tiene aspectos semejantes en lo espiritual.

Un buen soldado es preparado en el uso correcto de sus armas, adiestrado en el ataque y la defensa para enfrentar al enemigo. La iglesia, es el lugar en donde te sientas, escuchas y pones en acción lo que aprendes por medio de la Palabra y así no dar lugar al pecado en tu vida interior. No hay manera de ir al campo de batalla si antes no eres quien derrota a tu enemigo íntimo. Cuando nuestra vida espiritual es confrontada con la verdad de la Palabra de Dios es allí donde se lleva a cabo la primera batalla.

Nuestra historia nos lleva a 1 Samuel 17: 57-58

“Y cuando David volvía de matar al filisteo, Abner lo tomó y lo llevo delante de Saul, teniendo David la cabeza del filisteo en su mano.

Y le dijo Saul: Muchacho, ¿de quién eres hijo? Y David respondió: Y soy hijo de tu siervo Isai de Belén”

Un adolescente David va a tener un día diferente, lejos de sus límites. Obedeciendo a su padre que le pide que vaya a ver a sus hermanos que son parte del ejército de Israel y hace tiempo no sabe nada de ellos.

¿No es tal vez que esta mañana estas aquí en el templo, en la iglesia, porque obedeciste a la voz de tu Padre? Vienes a tu entrenamiento, donde tu peor enemigo va a quedar al descubierto, ese amenazante enemigo que vive desafiando tu valor y tu investidura, la autoridad que por ser un soldado de la fe, llevas desde el momento en que fuiste avisado de una guerra espiritual que no es contra carne ni sangre.

Ahora bien, el ejército de Israel era desafiado cada día en el frente de combate y un solo pensamiento dominaba cualquier acción, el temor, y esto hacia que se esperara un final inminente, una derrota anunciada solo era cuestión de horas. Hasta allí llega David y puede ver como Goliat, el paladín de los filisteos desafiaba e infundía temor a los varones de Israel y todos huían de su presencia.

La realidad esta mañana es que estamos en una guerra espiritual, y el evangelio debe ser llevado fuera del templo, allí afuera esta nuestra guerra, donde el enemigo tiene territorios tomados, gobiernos espirituales de maldad que tienen a la gente sometida a la ceguera de la ignorancia, atados a cadenas de pecado. Para esto se necesitan soldados valientes, que no carguen conflictos en su vida privada. Presten atención, tomen en cuenta este detalle, veamos quienes están  jugando un papel predominante en este momento de la historia bíblica.

La secuencia nos lleva nuevamente al caluroso medio día en el valle de Ela, David está observando como el enemigo se jacta de su poderosa arma, un extraordinario gigante que se mofa de un débil oponente que sigue huyendo como cada mañana. Un rostro conocido aparece en escena, un  hermano del pastorcito de ovejas lo reconoce y lejos de alegrarse por ver a su familia “se enciende en ira”, ¿Qué?... ¿por qué?...y luego la artillería de municiones gruesas directas a su persona ¿Para qué viniste acá? ¿Cómo fuiste capaz de dejar todo abandonado en el desierto? ¡Yo conozco tu soberbia y la malicia de tu corazón!

¡Wau! Esto me huele a un pase de factura, parecía algo olvidado, pero es evidente Eliab no había superado el ser descartado por el profeta Samuel cuando desfilaba con sus siete hermanos y eran descartados uno por uno y finalmente David era ungido para ser el próximo rey de Israel. David mucho problema no se hizo…

“Esto es solo un mero hablar” “Lo que me dicen es una tontería”, “bla, bla, bla.” (1 Samuel 17:29)

Cuando oímos la palabra de Dios, nuestra mente, como un rostro conocido nos recibe en este lugar:

“¿Qué haces en este lugar? ¿Cómo fuiste capaz de dejar tu descanso dominical, teniendo otras opciones más divertidas y más importantes? Te gusta ser el centro de todos, ¿verdad? Que todos  estén pendientes de tu vida ¿de eso se trata?... Además, ¿a quien queremos engañar, con esa carita de piedad, después de una semana de hacer lo que se te antoja y dar rienda suelta a tus instintos más secretos, vienes y te sientas como si nada hubiese pasado?...¡Hola! ¿Estas ahí?”

Pero tranquilo…no es ahí donde nos detenemos a perder el verdadero objetivo. Hay un gigante que enfrentar, hay algo mucho más peligroso que pensamientos en la conciencia que nos acusan para voltear y ver cuál es la puerta más cercana para salir huyendo. Goliat esta allí, para intimidarte para decirte que estas vencido. Goliat tiene el rostro del pasado en tu vida, en mi vida, en la vida de él, de ella y que viene cada vez en busca de nuestra relación con Dios. Goliat nos recuerda un tiempo de fracasos, de traiciones, de subestimación. Es quien nos señala acusándonos de nuestra incapacidad de lucha, que somos soldados atemorizados, que tocamos el cielo con las manos el domingo y el lunes nuevamente nos rendimos a las pruebas. Es hora de acabar esta batalla, es el tiempo que Dios a determinado que en tu regreso a casa, lleves un botín de guerra ¡Hoy no te puedes ir con las manos vacías!

¿Cuántas veces tu mente subestimo tu capacidad en algo? ¿Calificándote como alguien que da por sentado una derrota nueva en su vida? Una mente ganadora es una mente confiada en un poder extraordinario, por certeza, por convicción y solo aquellos que sienten esto como una realidad son los que se adelantan proféticamente a una victoria revelada. David enfrento al gigante confiado en su entrenamiento privado, en la soledad del desierto, defendiendo sus ovejas del león y del oso. Goliat fue derribado por una piedra donde el poder de Dios estaba encerrado, pero la habilidad, la puntería, y la estrategia de adelantarse al enemigo es merito del muchacho que tuvieron en poco, el chico rubio de buen parecer. Fue un trabajo de equipo, David hizo su parte, Dios bendijo la otra parte. David rompió sus límites, salió de su lugar para involucrarse en la estrategia de su Dios, Jehová de los ejércitos.

Pero Israel había perdido esta realidad, estaban cegados por el temor, insensibles a la presencia de quien pelearía por ellos.

“Esto pues, digo y requiero en el Señor; que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón; los cuales, después que perdieron toda insensibilidad, se entregaron a la lascivia para cometer con avidez toda clase de impureza”   (Efesios 4: 17-19)

La guerra está afuera de estas paredes, donde la injusticia, la necesidad de gente que ha perdido el sentido de vivir, que vagan sin esperanza; esperan el desembarco de los valientes, que han vencido sus propios miedos y saben lo que significa estar bajo bandera.

La guerra nos espera cada día, vestidos de soldados que militan en la fe, adiestrados, entrenados por la palabra de Dios. Hoy la batalla nos pone al frente de nuestro mundo interior, enfrentando nuestro propio gigante. David volvió con la cabeza de Goliat en su mano, ¿más pruebas de su victoria anunciada?… ¡imposible!

¿Por qué no vuelves esta mañana a casa con el fruto de tu batalla ganada, ahora, tu victoria pública está en ciernes, nadie puede negar que fuiste capaz de vencer un gigante. Por tu entrenamiento privado, rodillas dobladas, conocimiento de la palabra, comunión con Dios. Nos toca hacer una parte, Dios bendecirá la otra parte.

Cuando pregunten ¿con que autoridad estas reprendiendo un espíritu de enfermedad? O quieran saber sobre tu identidad cuando te digan… ¿Quién eres para darme una palabra de esperanza en medio de mi dolor? Entonces podrás decir confiado:

“Yo… soy un hijo de Dios”


Fragmento del mensaje dado por el pastor David Fernández en la iglesia Bautista El Buen Pastor en la ciudad de La Plata- Buenos Aires- Argentina

domingo, 5 de mayo de 2024

Ves esta mujer

 

¿VES ESTA MUJER?

“No es usual en mí, invitar a ningún personaje que pueda ser importante para otros. No soy de los que se dejan seducir fácilmente por alguna personalidad que se ha puesto de moda. Pero el es diferente, es una mezcla del susurro y la bruma de la mañana, es el trueno distante en mi propio pecho, es estar atrapado en el mismísimo centro de un tornado y desear no abrir los ojos. Tan convencido de esto que una paradoja de mi invención  me ha cegado de asentir que es profeta, aunque no parezca, creo que lo es, por lo menos para unos muchos. Es que hábilmente me llevo a enredarme en mis principios, el de admitir que quien más ama, es alguien a quien le fue perdonado mucho. Porque ahora que ya se ha marchado, ha quedado en el aire su presencia, tan avasallante que no pude reaccionar cuando me arengo con ternura que sobrepasa  mi entendimiento, con palabras profundas que jamás alguien me ha hablado. Tan solo para decirme: 

“Simón…─dándome la espalda ─ “¿Ves esta mujer?, ella me ha tratado diferente a todos ustedes, ella tuvo cuidado de mi persona, soy tan importante para su vida que ha mojado mis pies con sus lagrimas. Ha besado mis pies y ha ungido mis pies con un bello perfume. Porque me ama mucho, y alguien que ama así como ella debe ser perdonada”.

Luego él se fue, su presencia aún perdura en el aire viciado de mi mismo y de todos aquellos que rodeaban la mesa. Porque soy fariseo y no puedo amar tanto así porque si. Porque no puedo compararme con ella porque es pecadora y yo no puedo permitir que una simple cena altere el orden de mi vida. Seguramente este Maestro solo quiso ser cortes con alguien, Jesús ha entrado a mi  casa, solo para mostrarme que nada de lo que hice era lo que él esperaba.

“¿Ves esta mujer?...yo la perdono por su fe” Fue lo que dijo y se marcho al anochecer con algunos de sus seguidores. ¿Ella?...ella también se fue; en paz.”


Deje de leer el pasaje en Lucas capitulo 7 versículo 36 y cerré la biblia, el pastor ya estaba terminando de predicar, los músicos estaban tomando sus instrumentos para acompañar el final del sermón.  Todos estaban de pie para cantar un coro de alabanza, y yo, había imaginado una pequeña secuencia cinematográfica de este relato. Mire a un lado, un tanto más atrás y note que había una mujer que permanecía sentada cabizbaja y sollozando. Sus manos estrujaban un pequeño pañuelo, pero sus lágrimas caían sobre las hojas de su biblia que aun estaba abierta y me conmovió.  Puedo pensar que tiene deudas económicas como cualquier persona, problemas familiares y recuerdos que lastiman. Tal vez su autoestima esta lastimada y siente que no la comprenden en su silencio, pero su rostro dice otra cosa, No era rostro de dolor, en verdad lo digo y con certeza, lloraba por amor. Amor a quien murió por ella, a quien borró su pasado y le ha dado una nueva vida, una oportunidad de encontrar un lugar donde la fe, sea el perfume que es derramado en la casa de Dios. Un lugar donde su presencia la abraza y ella puede ser feliz.  No pude evitar que el susurro de unas palabras me traspasara el corazón.

“Ves esta mujer…”


Autor: David Fernández


jueves, 25 de abril de 2024

VEINTE DÍAS EN HAWAII

 

 



VEINTE DÍAS EN HAWAII

Cuento-autor: David Fernández

 

Las palmeras por momentos parecían inmóviles, pero luego, si te quedabas quieto un buen rato se podía percibir que se meneaban muy suavemente. Los vientos fuertes ya habían pasado hace un par de días y esto de mirarlas solo era para agregar algo nuevo que hacer en esta pequeña isla en medio del océano. Ninguno de los que se habían salvado del naufragio, tenía la certeza de cuál era el sitio en el que realmente estaban.                                 Uno de los tres sobrevivientes, al que decían Bufo, dijo sin ningún esfuerzo en medio de un bostezo al tiempo que miraba el cielo tendido en la arena con los brazos extendidos “yo creo que estamos en algún lugar cerca de Filipinas”, pero inmediatamente lo descartaron, ya que no se veían a ningún Bajau, nativos de un pueblo que vive en las costas y han desarrollado la capacidad de pasar mucho tiempo bajo el agua buscando vaya a saber cuántas cosas les atraiga.

Todo hacía parecer que no estaban muy lejos de la costa como un buen deseo y que solo era cuestión de tiempo para que la ayuda llegase a ellos. Recuperar la noción de lo que habían sido las ultimas horas antes de la catástrofe podía aportar un dato valioso, pero ninguno recordaba algún detalle importante.

Al parecer, ellos se conocían hace ya un tiempo y habían decidido en común acuerdo disfrutar de una gran aventura marina. Tampoco es que eran grandes amigos y es que solo a veces las casuales circunstancias de adversidad, preparan a las personas para un examen de su propio mundo interior, perdidos en un árido y sofocante desierto o naufragando en el  bravío mar del alma y de la mente.

Quien tiene la palabra ahora y está de pie es “el portugués”, un astuto moreno al que le gusta hablar mucho y observar minuciosamente el entorno antes de sacar conclusiones apresuradas.

“Yo no desestimo ninguna opinión, pero quiero pensar que no hemos tomado en cuenta algo muy importante. Hay un ave muerta cerca de Lorenzo, mírala bien, es el pájaro de fuego, esta especie solo viven en las islas Hawái, entonces estamos en Hawái.”

       ─ ¡Es verdad! ─ Dijo Bufo, ahora erguido apoyado en sus codos.

      ─ No había reparado en eso, es bueno saberlo.

      ─ ¿Habías notado también que Lorenzo está agonizando? ¿Sabes algo de medicina?

      ─ No, para nada amigo, soy electricista, solo eso…y tu ¿Qué eres? ¿No puedes ayudarlo?

      ─ Soy médico, pero, aunque quisiera no podría hacerlo.

      ─ Pero… ¿Por qué?...no entiendo.

      ─ Porque fui demandado en mi profesión, alguien levanto cargos en mi contra por alguna razón y fui inhibido para ejercer la medicina.

      ─ Pero…estamos lejos de la civilización y esta situación es apremiante, tu ayuda puede ser fundamental, salvarías una vida ¿cómo podría alguien señalarte en un momento como este?

      ─ Olvídalo…no lo hare, no insistas, quiero tener mi conciencia tranquila.

      ─ Pobre Lorenzo, se va a morir y tú no harás nada para evitarlo.

      ─ Bien lo has dicho amigo, no hare nada.

El portugués cambio su mirada en otra dirección y puso ambas manos por detrás de la cintura mientras respira profundamente el aire que viene del mar cerrando los ojos.

      ─ Claro, ahora entiendo un poco tu caso…

      ─ ¿A qué te refieres?

      ─ Deja mucho que desear tu actitud, quienes te acusaron no estaban muy equivocados, tendrían sus razones y justas tal vez ¿acostumbras  a dar la espalda a la necesidad del prójimo?

      ─ ¿Quién te crees que eres tú? ¿Un electricista en una isla? ¡Por Dios! ¿Para qué sirve?

Es lo más absurdo que me podía suceder en una situación como esta, tocarme de acompañante un electricista, habiendo tantos oficios… ¿crees que no conozco a los de tu clase?  Pues para que lo sepas compañero, antes de entrar  a la facultad de medicina trabaje con mi tío cinco años con los electricistas, ¿Qué te parece? Tu, al igual que muchos, uno más pedante que otro.

Los puños de Bufo se han cerrado repentinamente y ahora se acerca un poco más. Lleva puesto un calzado deportivo en un solo pie, de esos que usan los basquetbolistas.

El viento que ha cambiado de sentido se percibe más fuerte que hace unos minutos, tanto que mueve sus cabellos de un lado a otro, en los pómulos conserva resto de arena pegada que va limpiando con el revés de su mano. El portugués voltea rapidamente con una sonrisa irónica hacia el cielo.

      ─ Puedes hablar con un electricista y no te responde, y porque esta frente a un tablero y cree que es el habitante de un mundo diferente al tuyo, se toma una pausa y luego remata en su ego con un “¿Cómo dijiste?” y tienes que contarle la historia como si poco le importara lo tuyo…

      ─ Pues, es algo sensato, uno puede estar muy concentrado en lo que hace, de eso se trata.

      ─ ¡Lo hubiese escrito antes! Eres tan predecible como todos, sabía que me dirías la excusa que escuche por años,… además, este tema ya no me interesa, Lorenzo acaba de morir ¿para qué seguir discutiendo sobre un cadáver?

     ─ ¿Qué tienes en el morral que llevas colgado? ¿Crees que no te he visto que vas por detrás de las palmeras y sacas algo de allí?...Tengo mucha sed, y no puedo beber agua de mar, moriría en pocos días, eres medico sabes de esto… ¿Tienes agua? ¿Algo de comer?

     ─ ¿Y tú?... ¿que esconde en el bolsillo de tu camisa que siempre estas palpando algo? Mira compañero Bufo, esto se va a poner muy feo, no creo que vengan pronto a socorrernos, según mis cálculos el próximo barco que pasara por aquí es el que hace el mismo tour de viajes y esto será tal vez en veinte días ¿escuchaste bien? Debo racionar mis recursos que son pocos, pero lo lograre ya lo veras.

     ─ ¡Eres un maldito bastardo! Ya me lo había anticipado Lorenzo de la clase de sujeto que eres y no lo tome en cuenta…pobre Lorenzo, en paz descanse y Dios lo tenga en su gloria. Pero seré paciente, en algún momento te dormirás y todo será más sencillo para mí, no te imaginas de lo que es capaz un hombre con mucha sed y hambre, no tienes la mínima idea.

     ─ Tranquilízate un poco, hare un trato contigo, un pacto de caballeros ¿de acuerdo? Te daré una de mis botellas con agua dulce hasta la mitad y yo me quedare con otras dos que están llenas. Entonces haremos una línea en la arena  marcando nuestro territorio, yo no podre cruzar hacia ti y tú no podrás venir a mí.

Bufo no respondió, solo la mirada fija, imperturbable parece un mensaje  irreversible para quien lo había anunciado.

     ─ ¡Ya lo había dicho yo! ¡Los electricistas son todos iguales!  Te has tomado demasiado tiempo para responder, como si lo que acabo de decir no te importara mucho ¿verdad? pero ¿sabes qué? …¡aquí!... ¡no!... ¡eres!... ¡nada! ¿Entiendes? ¡Sin electricidad no sirves para nada!

 Ambos estaban  distanciados por unos cincuenta metros y ahora el sol estaba calentando bastante, un fastidio que se añade para hacer de esta charla el remate ideal que no se merecen los náufragos que sobreviven en medio del mar.

El portugués solía sentarse a la sombra de la misma palmera y de allí soñoliento observaba como Bufo hurgaba algunos residuos que las olas traían a la orilla. Como la isla era un tanto pequeña, no había manera de esconderse. Le llamaba la atención que habiendo pasado  catorce días, Bufo, no había muerto de sed ni de hambre. Pero con esa distancia y estando detrás de un reparo que el electricista había construido con hojas de palmeras no se podía ver casi nada.

     ─ ¡¿Qué tienes en ese morral!? ¡Huele muy mal amigo! Puedo sentirlo desde donde estoy porque el viento arrastra un olor fétido, te he visto masticar algo y algunas veces vomitas todo ¿de qué se trata?

     ─ ¿Y tú?...has bajado mucho de peso ¿lo sabías? No pasaras de esta semana, no olvides que soy médico y conozco como funciona un cuerpo.

Los días pasaron y ambos estaban muy deshidratados por la situación en la que se encontraban. Quien estaba muy demacrado era el portugués que a duras penas podía ponerse de pie y es que hace un par de días no prueba agua. El día numero veinte los encontró rendidos a la espera de lo peor o de un milagro. Al llegar la noche las nubes se disiparon, pero esto era irrelevante para dos náufragos en medio del mar en una solitaria isla del océano Pacifico.

Cuarto menguante de luna, suficiente para recrear la sombra de un hombre que esta desplazándose sobre el cansado Bufo que duerme profundamente. El misterioso personaje contempla en un paneo visual  lo que finalmente termino siendo el tan  precario Bunker. El muy astuto Bufo, había cavado un pequeño hoyo en la arena, sobre el mismo puso la mitad de una bolsa plástica haciendo de recipiente. Vertió agua de mar sobre la misma y en el centro, una pequeña parte de botella. Volvió a cubrirla con otro pedazo de la misma bolsa dejando una piedrecita en el centro. Con esto había formado un pequeño recinto para que el sol hiciera lo demás, formando gotitas evaporando la sal del agua haciéndola bebible. El tipo estaba asesorado en supervivencia, eso caía de maduro. Unos metros mas allá, restos de peces, pero… ¿Cómo los pescaba? (se pregunto) sin anzuelo, sin armas, sin nada… ¿Cómo lo hizo? (volvió a preguntarse)

Lo cierto para él, era que tenía que deshacerse de Bufo, la isla era pequeña para dos, un odio se genera como algo necesario de desatar. No sabe porque, pero, tanto mar y él se ahoga en odio…balbucea, sus trémulos labios resecos solo balbucean…”Esto es por lo de maldito bastardo”

Tomó una piedra con la intención de hundirla en la cabeza del naufrago, pero Bufo se mueve  porque en sus sueños aparece Lorenzo, quien hace ya tiempo murió y fue arrojado al mar. Pero percibe un olor nauseabundo que le hace arder las fosas nasales, tanto que se despierta antes que la piedra se estrelle en su frente y la esquiva. En un rápido instinto de supervivencia  toma del cuello al portugués, lo mira fijamente y le dice:

“Un buen electricista  siempre tiene a mano su mejor herramienta”

Bufo piensa que tuvo suerte, la que no tuvo nadie en este viaje de placer que termino siendo una trampa.

Esta amaneciendo en el horizonte en un matiz de colores sorprendentes, se reflejan en parte en sus pupilas de ojos adormecidos y el, definitivamente seducido por el imaginario canto de ninfas marinas, se está rindiendo en brazos de la muerte. Luego de veinte días en Hawái, solo el mar le susurra ese particular sonido, la de una naturaleza liquida…además de una voz amplificada de un megáfono lejano juntamente con ladridos de perros sabuesos y lo conectan con el mundo real.

“¡Heeeyyy”…¡¿Hay alguien ahí?!

Los periódicos le dedicaron la primera plana y los medios televisivos que siguieron atentos este caso no dejaron nada por comentar. El informe decía:

“Los tres pacientes y ahora prófugos que habían escapado del hospital pneurosiquiatrico Federico Mora en Guatemala, finalmente fueron hallados. Que en su momento habían sido incluidos entre los cincuenta pacientes con severos trastornos mentales, por su extrema peligrosidad y que habían escapado aprovechando, un error en el sistema de seguridad, huyendo hacia la selva. Los tres habían caído en un profundo pozo de unos treinta metros que existía producto de una excavación que se había realizado para la obra abandonada de un oleoducto.

De los tres, un tal Lorenzo Bocanegra muere casi en el acto debido al duro golpe en la caída. El otro, Dionisio de la Rosa, más conocido como Bufo, sobrevivo milagrosamente, aunque aún sigue grave debido al tiempo en que estuvo confinada en aquel lugar sin alimento ni agua. Por último, Ricardo Tiseras, quien fuera un reconocido médico cirujano en su vida sana, también había fallecido en el accidente. Lo extraño de las pericias  llevadas a cabo por los forenses, es un detalle no menor y es que el mismo Tiseras, tenía clavado un pequeño destornillador en el parietal derecho, llevaba consigo un morral, en el cual tenía la cabeza seccionada del guardia de seguridad del hospital al que había degollado para poder escapar. Le faltaba gran parte del rostro que se supuso en primera instancia que había sido devorado tal vez por algún depredador natural, quizás un animal pequeño, pero se descarto esto al comprobar que hubo antropofagia.

Cuando los rescatistas sacaron del pozo los cuerpos, Bufo balbuceaba en voz baja palabras inentendibles, pero nadie le dio importancia porque suponían que era producto de un delirio. Había repetido una y otra vez, casi cincuenta veces la misma frase hasta que se desmayo en la camilla…”Soy electricista…soy electricista…soy electricista…”



lunes, 22 de abril de 2024

CON MANOS VACIAS

 







CON MANOS VACÍAS

“El recuerdo del hogar y la familia reunida al final del día, para compartir el humeante pan y el buen vino, es la cortina que se descorre imaginariamente delante de mis ojos, Aquella espontanea alegría de esos días, hoy no la  puedo volver a dibujar en mi rostro.

Esperabas mi regreso al caer la tarde, cuando  cansado de un día agotador en el campo, me recibías con un abrazo que duraba tres segundos;  y se ha vuelto eterno en mis entrañas.

Pero hoy, la vergüenza me ahoga en mi presente y tu mirada es el puñal que atraviesa mi garganta y no me deja hablar, no sabría qué decir. Si pudiera hacerlo te diría…”me equivoque”

Anoche imagine que pronunciabas  mi nombre y fue como un susurro sanador, reconocí tu voz inmediatamente y eso me sobresalto y me quebré… y llore con amargura. Es que la  impotencia, de poder revertir esta situación anula el camino de regreso y no puedo recordar donde fue que me perdí y que estos cerdos chillan sospechando que quiero tomar de su alimento y es verdad, pero mis manos hundidas en el fango no me dejan ni secar mis lagrimas.

Me cuesta admitir que es el precio de mi error, de las noches de ebriedad; en los brazos de rameras, ¡Mírenme! ¡que no soy el mismo!... ¡¿Cómo pude llegar a esto?!... ¡¿Qué puedo hacer?!

Anochecerá pronto y otra vez, los terrores me rodean y siento frío en el alma.

 

Se quedo dormido irreconocible en sus propias ropas, vencido de un deseo que no pudo soportar, algarrobas sucias de estiércol y barro entran en su boca saciando el hambre de un desventurado joven con el corazón vacío. El gruñido de los cerdos lo despertaron de un mal sueño y vio su dura realidad con otros ojos, con otra mente y otro corazón..

“Sé lo que haré…volveré a mi hogar, veré a mi padre y le diré que me equivoque, que ofendí a Dios y también a él, y que no merezco el lugar que antes tenía, que solo me permita un lugar en su casa…si…eso haré…volveré…” 

David Fernández-2024



martes, 9 de abril de 2024

VELOS Y VENDAS

 




VELOS Y VENDAS

mensajes inolvidables

Hay personas creyentes y hay personas crédulas, hay gente que presta su oído a versiones dudosas sobre algún tema, sin ningún esfuerzo. Aunque parezca una expresión peyorativa, es nada más que una impresión personal sobre la tendencia que practica una minoría.

¿Qué hay de cierto en la influencia que ejerce una verdad a medias? o ¿una mentira que lleva a alguien a tomar una conducta equivocada? ¿Qué verdad descubriste recientemente que te dio una compresión diferente? ¿Habías notado que algo cegó tu mente por tanto tiempo?

Hay quienes se especializan en el engaño, la seducción y las artimañas. Estas son herramientas que capturan la mente con el fin de manipularla. El engaño esclaviza, somete, condiciona y puede perpetuarse como una verdad absoluta, aunque sea una gran mentira.

¿Qué? O sea que… ¿nunca nadie fue a la luna? ¿Fue todo un montaje?

¿Qué?... ¿Cómo es eso de que las torres gemelas no fueron derribadas por terroristas de medio oriente? ¿Cómo es eso de que los autores fueron los mismos norteamericanos, respondiendo a fuertes intereses militares y económicos?

¿Qué?... ¿Que estas diciendo? ¿Cómo que ustedes no son mis padres biológicos? Entonces… ¿Quiénes son mis padres?

Ideología de género, pandemia, extraterrestres, etc., etc., etc.…la lista es la suma de la difusión que los medios propagandistas, las organizaciones, los colectivos de diversidades sexuales  elaboran para el consumo de los crédulos espectadores, los nuevos profetas seculares que nos timaron, nos mintieron y fuimos presa de cazadores furtivos que están constantemente buscando almas frágiles, mentes endebles. Hay mentiras para todas las edades. Todos podemos ser engañados. Niños en edad escolar, jóvenes buscando un sentido a sus vidas, adultos que depositan sus esperanzas en hombres de carne y hueso que les prometen una vejez digna…

Así también, como si todo esto fuera poco, en el nombre de Dios hay quienes están dedicados en hacer tropezar a los fieles, las religiones  cotizan compitiendo con la bolsa de valores de Wall Street y esto se vuelve un buen negocio para los mercaderes de la fe a costa de inocentes crédulos. Nadie está exento, el sistema trabaja en todas las áreas, y en todas las edades.

En algún momento, mucha gente es confrontada con la verdad, aquello que hace referencia a una versión totalmente diferente de lo que conocíamos. Algo sucede en la mente, algo que va más allá de una simple mentira. El engaño, es la seducción que captura el alma crédula y la enceguece. Es una actividad espiritual, y muchos necesitan ser libres de este accionar, necesitan conocer la verdad.

Hablaremos de un antecedente bíblico para nuestra mejor comprensión, entonces vamos a abrir nuestras biblias.

“Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas,

Y di: Así ha dicho Jehová el Señor: Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos, y hacen velos mágicos para la cabeza de toda edad, para cazar las almas!

¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?….mintiendo a mi pueblo que escucha la mentira?

…por tanto, así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo estoy contra vuestras vendas mágicas, con que cazáis las almas al vuelo, yo las librare de vuestras manos…

Romperé  asimismo  vuestros velos mágicos y librare a mi pueblo de vuestra mano, y no estará más como presa en vuestras manos…

Por cuanto entristecisteis con mentiras la mano del justo, al cual yo no entristecí, y fortalecisteis las manos del impío, para que no se apartase de su mal camino, infundiéndole animo”.

Ezequiel 13: 18 a 23 RV-60

Este pasaje esta en el Antiguo Testamento, ahora bien veamos que dice el nuevo testamento de estos instrumentos del mal:

“Tienen los ojos llenos de adulterio, no se sacian de pecar, seducen a las almas inconstantes, tienen el corazón habituado a la codicia, y son hijos de maldición.”

2 Pedro 2:14 RV-60

Cuando los crédulos se acercaban a una profetisa o a un profeta, quedaban a merced de una trampa bien elaborada. Adivinos y agoreros, videntes, andaban en pos de su propio espíritu, profetizaban de su propio corazón, vanidad y adivinación mentirosa con fines de lucro. El Señor estaba molesto, Dios está enojado con esta raza mestiza de farsantes profetas. Ahora solo es cuestión de tiempo para que este séquito reciba el pago de su pecado.

Israel era un pueblo inclinado al mal, siempre apegándose a costumbres paganas, la adivinación, la magia, la invocación de poderes ocultos, adorar ídolos de otros pueblos, ofrecer ofrendas y sacrificios aun la vida de sus propios hijos. Por algún lado se ha colado esta corrupción en el ministerio profético y nadie da explicaciones.

Ahora bien…los ídolos no son nada, el problema es adorarlos, la mentira no es el problema, todo depende de si se presta el oído, la mente, el corazón, el alma, para dejarse engañar. Dios tenia identificado a quienes estaban destruyendo la fe en su pueblo, por eso manda a Ezequiel transmitir el juicio que les va a caer a quienes profetizan mentira, visión que Dios no revelo, palabra que no pronuncio.

La palabra en Ezequiel 13, habla de vendas, vendas que se ataban en las manos y velos que se ponían en la cabeza, de esta manera se procedía a atrapar al sujeto en un poder oculto de engaño, magia que se hacía efectiva solo porque estas prendas estaban consagradas a los demonios. Mientras este encanto mágico encuentre tierra fértil en una mente débil, la mentira sería el fin determinado.

Podemos ver como en este tiempo, la fe de aquellos que en su necesidad de oír algo nuevo, de ver un atisbo del cielo y de la gloria de Dios, corren detrás de fantasías, de la seducción de doctrinas de demonios, de falsos maestros y profetas que engañan con su retorica buscando atrapar gente, unción de la escoba, unción del chorro de agua, unción del saco, unción de la bofetada, agua que se convierte en vino, …hay un pueblo crédulo, hay quien presta el oído, hay quien miente y engaña, y también, siempre hay quien presta el oído a la mentira. Estamos en los postreros tiempos, a merced de hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios. Que tendrán apariencia de piedad, pero negaran la eficacia de ella…réprobos a la fe.” 

2 Timoteo 3:2-8 (RV-60)

El apóstol Pablo hace énfasis en el peligro de una mente en desobediencia, y aconseja:

“…desbaratar argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y de llevar cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo…” 2 Corintios 10:5-7 (RVC)

En este tiempo en el que vivimos, la mente del hombre se corrompe siendo funcional a las tendencias que de una u otra manera, sea a través de personas físicas, del mundo virtual de Internet, o cualquier fuente escrita  o transmitida con el fin de engañar, vive con una mentira implantada en el alma. Muchos se inclinan al mal, adoptando costumbres y tradiciones que con las cuales creen adorar a Dios. Tradiciones que ha separado al hombre del camino correcto.

“Pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitara. Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” 2 Corintios 3:16  (RV-60)

Jesús trajo libertad a los cautivos, el velo del templo se rasgo y ahora hay entrada a la presencia de Dios por su muerte y resurrección. Ahora sí, con una mente obediente y un alma libre de la esclavitud del engaño…

“mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. 2 Corintios 3:18 (RV-60)

Permanecer en la sana doctrina, porque la fe viene por el oír, el oír la palabra de Dios…

“…Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres:

 

Fragmento del mensaje dado por el Pastor David Fernández en la iglesia El Buen Pastor en la ciudad de La Plata-Buenos Aires- Argentina.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

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miércoles, 3 de abril de 2024

ESPINA Y TERCIOPELO

 


ESPINA Y TERCIOPELO

        Extraña  relación,  fue lo que pensé, extraña pasión,  musitaron  mis labios. Un buen testigo debe estar dispuesto a contar lo que ha visto  pero un casual espectador puede guardar silencio.

Los vi tantas veces a través de mi ventana, descorriendo el velo de la privacidad. No es mi historia dije y dándoles la espalda imaginaba la continuidad de sus malditos pleitos. La policía llegó a medianoche por una llamada anónima, alguien sospechó que sucedió algo allí, porque hace mucho que no se ve a nadie por afuera, y que además había mucha agua que salía desde el interior de la casa, hasta que cerraron el grifo de la ducha.

Lo extraño es que en esta ocasión, no se escucharon gritos, ni algo que se le parezca. Yo solía ver a los amantes atrapados en la secuencia impredecible de un juego peligroso.
A él le gustaba usar su imaginación, ya que supe de algún modo que cursaba el tercer año de arte dramático y era evidente su habilidad para relatar historias. Lo hacía mirando hacia la ventana alguna que otra noche estrellada y a ella le seducía la manera en que se concentraba gesticulando  de manera espontanea, haciendo ademanes y susurrándole  al oído propuestas indecentes.  Ahora ambos yacen en el umbral de lo irreparable. Como cristales rotos en el suelo que ya no volverán a su estado natural.

Dicen que a ella la encontraron desnuda boca abajo en medio de la habitación con rastros de coral y arena sobre su piel bronceada. El informe policial dice:” pequeños gusanos”

El en cambio, tenía abundante agua en sus pulmones y finas algas ceñían  su cuello y llegaban hasta una viga del techo. La imagen de su rostro, es lo más parecido a un pez, que murió ahogado por el excesivo aire.

 Previo a esto, discutían si es que este amor merecía un sacrificio tal, que alguien tenga que pagar a cualquier precio. Pero ella dándole la espalda sonreía con ironía. Nunca  supo valorar aquel sentimiento, porque no lo amaba, solo encontraba en el, alguien que cumplía sus fantasías extra matrimoniales…y  ya no quiso saber más nada porque esta aventura había tomado un giro inesperado. De alguna  manera le estaba anunciando su partida.  Entonces aquel  narrador de extraordinarias circunstancias, desesperado, la atrapó como a una mariposa por sus alas. La sedujo nuevamente y ella no ofreció resistencia. Enmudeció por completo por las fuertes manos que oprimían su cuello.

Cruzaron el umbral de una distopia y entonces todo fue irremediable. Sus  miradas vidriosas reflejan el vuelo de numerosas gaviotas que les dan la bienvenida a tierra firme, fin del naufragio.

El informe policial dice:”globo ocular lleno de moscas”

¿Quién traicionó a quien? Acto seguido, el dueño del tiempo y la ficción…se adelantó a la línea de batalla. Ella intentó leer el movimiento de sus labios pero era tarde para esto, se derrumbo sobre su propia sombra en la orilla de la vida. Las olas la escondieron bajo un manto de espuma inesperada y la arena puso fin a este adulterio.  

Él, al verla ya sin vida, decidió que era el tiempo de buscar otros horizontes y caminó mirando un punto fijo. Hacia el mar, bien a lo profundo y allí fue donde se perdió su figura por completo.

Espina y terciopelo, eso eran ambos, incompatibles por naturaleza  pero aun así, caminaron  tomados de la imaginación entrelazando sus destinos trágicos, un lugar para aquellos que solo dejan  huellas temporales.  

Extraña  relación,  fue lo que pensé, extraña pasión,  musitaron  mis labios. Un buen testigo  debe estar dispuesto a contar lo que ha visto pero un casual espectador puede guardar silencio.

 

Autor: David Fernández

Copyright-2020

 

 

martes, 26 de marzo de 2024

LA COPA DE JOSE

 




LA COPA DE JOSE

mensajes inolvidables

La vida como una experiencia práctica muchas veces nos enseña que hay cosas que son parte de una comprensión muy personal. Algunas veces es tan sencillo cruzar la línea que separa la ilusión de la realidad, que solemos confundir constantemente  ese tiempo futuro que desconocemos en algo que nos parece familiar. Es por eso que nuestros planes, proyectos, metas objetivos a corto o mediano plazo dependen de nuestra habilidad para superar obstáculos hasta concretar en un tiempo estipulado el resultado esperado y con creces.

Imagina esto… ¿Qué puedes hacer en un año? ¿Hay una estrategia en tus negocios que te convierte en un emprendedor infalible? ¿Y si las cosas no salen como pensabas? Además, ¿Quién puede asegurarte que de aquí a 12 meses tu integridad física puede verse afectada y todo se derrumbe? Es por eso que creo que somos parte de un pensamiento colectivo, algo que es urbano, es la cultura que aprendimos de nuestros padres, de amigos y de personas que nos motivaron con sus historias. Nuestras merecidas vacaciones, la casa propia, el modelo de automóvil, fue primeramente fruto de una ilusión, hasta que cruzamos la línea que la separa de la realidad. Proyectos consumados, concretos nacieron en nuestra imaginación, un simple boceto con lápiz sobre un papel y ahora es tangible. Pero… ¿cómo podemos asegurar que siempre será así?, ¿cómo podemos hacer esto o aquello sin tener en cuenta el mañana? La vida es un parpadeo delante de Dios, somos una ilusión temporal, nuestros días están contados y solo él sabe cuántos son.

Dios es una realidad para el creyente, para quien cree por la fe en Cristo que su presencia nos acompaña y nos  enseña por su bendita Palabra que su voluntad es quien nos revela a través de las circunstancia, que hay un propósito que desconocemos  y es para su gloria.

“¡Vamos ahora! Los que decís: Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y negociaremos y ganaremos; cuando no sabéis lo que será mañana.

Porque ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es una neblina que se aparece por un poco de tiempo, y luego se desvanece.

En lugar de lo cual deberíais decir: Si el Señor quiere haremos esto o aquello.”

Santiago 4:13-15

¿Qué manera es esta de pronosticar, adivinando  lo que puede suceder en un determinado lugar y tiempo? El hombre, la mujer que está lejos de Dios acostumbra a dejarlo fuera de sus proyectos, pero el apóstol le está hablando a quienes son creyentes en Cristo, cristianos, para corregirlos, educarlos en su comprensión sobre quien tiene la soberanía del mañana “…Si el Señor quiere”

Inicialmente, cuando abrazaron la fe, muchos tenían en cuenta la voluntad de Dios para su presente y futuro, más aun cuando se encuentran en el ojo de un tornado a merced de lo que le toque. Pero algo cambio en nuestra vida, lo que consumimos normalmente a diario cambió la manera de pensar, nos afectó. Es el idioma de nuestra cultura  “todos dicen y hacen lo mismo” al punto de hacernos cambiar, consultamos nuestra capacidad en los negocios, consultamos  que tipo de tarjetas de crédito son las más confiables, cual será la locación para la inversión, calculamos con precisión el tiempo y el mejor resultado. Adivinando el futuro.

En la historia bíblica encontramos en Génesis  44, una historia muy particular y un personaje muy conocido. José hijo de Jacob, quien era parte de una familia numerosa. A sus hermanos los conocemos por ser un grupo conflictivo que alimentaba el odio por José, ya que su padre dejaba en evidencia su favoritismo por él, y si además de esto le agregamos sus controversiales sueños, tenemos un combo, un caldo de cultivo ideal para algo que se sospecha se está gestando en el aire. Miradas adustas, silencio cómplice y ahora la chamarra nueva que papa Jacob le acaba de regalar a su preferido fue la gota que rebalso el vaso.

El hecho es que era sencillo imaginar quien heredaría los bienes y el liderazgo del clan. La siguiente escena nos muestra a José en el interior de un pozo. La ilusión de un futuro promisorio ha cedido a la realidad. En una circunstancia desfavorable, desconocida para él, la incertidumbre lo muestra vestido de esclavo, vendido por sus hermanos con rumbo a Egipto.

Ahora se abraza a la voluntad de Dios, a quien lo siente como una realidad en sus días más oscuros. Y así es que, ya sea como esclavo y como prisionero luego, Dios le da gracia delante de las autoridades para que vean en él, un hombre de confianza. Luego Dios le da el don de revelar los sueños, esto le sirve para abrirse camino al propósito por el que llega a esta tierra.

Conocemos la historia ¿verdad? Revela los sueños a Faraón y esto le vale ser segundo en el reino, un primer ministro que se gano bien el puesto. Un propósito de Dios desconocido para José hace 13 años atrás.  Los sueños interpretados por José revelan un tiempo de 7 años de abundancia y un tiempo de 7 años de escases extrema en ese mundo contemporáneo.

Hasta allí legan sus hermanos, un poco mas envejecidos claro, si, los mismos que lo golpearon, lo arrojaron a un pozo y lo vendieron a unos mercaderes como esclavo. Pero claro, no lo reconocen, vienen de lejanas tierras a comprar alimento para ellos, para sus familias, el mundo de aquel entonces vivía un tiempo de hambruna total, Egipto era la oportunidad de sobrevivir, Egipto bajo las órdenes de José hizo provisión para este tiempo malo. El segundo de Faraón es un egipcio frío y calculador a simple vista. Delante de José están sus victimarios, pero no lo reconocen. Ahora las cosas cambiaron, José ha cambiado. Va a jugar un poco al gato y al ratón, así tal vez puedan sentir ellos, un poco aunque mas no sea, de la desesperación y el desamparo que a él le toco vivir, cuando comprendió que fue secuestrado.

“Mando José al mayordomo de su casa diciendo: llena de alimento los costales de estos varones, cuanto puedan llevar y pon el dinero de cada uno en la boca de su costal. Y pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José.” (Génesis 44: 1-2)

José da instrucciones para acusar a sus hermanos de robo. Esta seria la segunda vez que lo hace, el mismo “modus operandi”

“Cuando les alcances diles:¿Porque habéis vuelto mal por bien? ¿Por qué habéis robado mi copa de plata? ¿No es esta en la que bebe mi señor y por la que suele adivinar?... (Génesis 44: 4-5)

Caramba, las cosas están complicadas para los viajeros, cuando finalmente son llevados delante del poderoso hombre de Egipto, se  determina poner cerrojo a la situación.

“Y les dijo José: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar? (Génesis 44: 15)

En un primer intento nuestro, de comprender el plan de José, podemos resolver muy fácilmente esto y se terminaron las objeciones, Fue una jugada, algo muy ocurrente lo que dijo y que no era cierto, era solo presumir que poseía una habilidad de conocer y predecir hechos. Ahora bien, los egipcios creían firmemente en el poder de la magia, y hacemos referencia  a que la Hidromancia es el arte de predecir el futuro utilizando como medio el elemento agua. Se sabe que en Egipto los sacerdotes observaban el agua, para adivinar e interpretar el futuro del pueblo y sobre todo de Faraón. José está en otra cultura, su apariencia no difiere de otros, es uno más, viste como ellos, habla como ellos, su rostro no se parece a un extranjero. Sus ojos están delineados, su cabeza rapada. La copa de José, con la que el bebe y adivina, es de su uso constante, algo que aquí en Egipto “todos hacen lo mismo” al punto de hacerlo cambiar.

Dios finalmente cumplió su propósito en la vida de José, pero él, ya no revela sueños, el adivina  el futuro…José, tiene un perfil oscuro.

Somos una generación de cristianos que inicialmente vivíamos en la voluntad de Dios, todo lo que eran nuestros sueños, proyectos metas, objetivos en la vida, se sustentaban en un buen deseo “Si el Señor quiere…” pero nos hemos olvidado de nuestra fragilidad, que somos como dice Santiago, “una neblina, que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece” nuestra vida está en manos de aquel que nos llamo con un propósito. El problema que surge de no entender que el futuro es incierto para nosotros, pero  el Señor ya lo ha ordenado para su gloria. Al no interpretar que determinadas  circunstancias dolorosas que nos tocan vivir no tienen nada que ver con nuestros pronósticos exitosos, caemos en una frustración personal, a merced del desanimo y el desaliento.

El profeta Jeremías sintió el fracaso y la depresión en sus pensamientos, cruzando la línea de una ilusión ministerial a la realidad del rechazo y hostigamiento de un pueblo, una cultura decepcionada del Dios vivo, de un Poderoso Dios que no hacía nada por librarlos  del enemigo.

(les costaba aceptar que estaban bajo un juicio de Dios)

Los pensamientos de Jeremías están cambiando…

“¿Por qué fue perpetuo mi dolor y mi herida desahuciada no admitió curación? ¿Serás para mí como cosa ilusoria, como aguas que no son estables? (Jeremías 15:18)

El profeta consideraba que Dios se había convertido en una ilusión para él  y su realidad era lo más parecido a las aguas que no corren, que están estancadas en un lugar. El profeta se estaba desprendiendo de la voluntad de Dios, su propio pronóstico era desalentador. El pensamiento de Jeremías veía un futuro incierto en el que para nada pone en tela de juicio su impronta en su trabajo (Jeremías 15.15-17) antes bien encuentra un despropósito en relación a su amor por Dios, y que a causa de esto sufre vergüenza.

Pero Dios le dice que su conversión no esta completa, porque así como esta su corazón, no le sirve para esta misión, tanto es esto así, que se había vuelto uno más del montón, un hombre que había sido alcanzado por una cultura que convivía con lo malo y lo vil, terminó mezclando las cosas buenas y preciosas que tenia inicialmente. Dios le pide que no se convierta a ellos.

Desprendernos de la voluntad del Señor nos vuelve hombres y mujeres bajo una ilusión, una impresión de los tiempos y la realidad de Dios, equivocada.

Somos como una neblina, hacemos planes y no sabemos que será de nuestra vida mañana.

El Salmista habla de esto, del carácter transitorio de la vida.

“Hazme saber; Jehová, mi fin, Y cuanta sea la medida de mis días;

Sepa yo cuan frágil soy. He aquí diste a mis días termino corto y mi edad es como nada delante de ti; Ciertamente  es completa vanidad todo hombre que vive.

Ciertamente como una sombra es el hombre; Ciertamente en vano se afana; amontona riquezas y no sabe quien las recogerá.

Y ahora, Señor, ¿Qué esperare? Mi esperanza está en ti.” (Salmos 39: 4-7)

Vivamos un día a la vez, somos  como neblina, como una sombra, nuestros tiempos están en las manos de Dios, esperemos en su voluntad, y todo lo que hagamos sea siempre “Si el Señor quiere”

 

Fragmento del mensaje dado por el Pastor David Fernández en la iglesia Bautista El Buen Pastor. En la ciudad de La Plata- Buenos Aires- Argentina

 

 

 

 

 

 

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