EL ASUNTO ESE…
“Santiago es un joven empleado en una conocida importadora de repuestos en el centro de la ciudad. La mañana del lunes se había armado de valor, inspirado luego en que la noche anterior había visto una película que cambio su visión de algunas cosas. Decidido a cambiar su estrategia busco el momento oportuno para hablar con su jefe. Hace un tiempo lo había hecho pero la entrevista no había terminado bien, porque siempre se volvía a mover el cuchillo en la vieja herida. Es que Santiago estuvo involucrado en un incidente importante en el que inexplicablemente le falto el respeto al dueño de la fábrica delante de todo el personal; al liderar un reclamo de trabajo en nombre de cincuenta empleados. Apenas salvo su pellejo conservando la fuente laboral. Hoy cree que tal vez luego de un tiempo algo haya cambiado y todo pueda ser distinto. Desde su lugar podía ver y notar que era el día perfecto ya que su jefe parecía de buen humor, sumado a esto que recientemente su hija se había graduado en derecho no podía perder la la ocasión y fue hacia él.
─ ¡Permiso jefe, buen día!
─ Adelante Pesoa, ¿Cómo le va? Siéntese ¿a qué se debe su visita?
─ Vera usted…vine más temprano esta mañana solo para recorrer la planta y realmente me asombra la visión que usted tuvo en este proyecto y su gestión. Ahora ya pronto a inaugurar la nueva fábrica con tecnología de última generación, ambiente saludable, un lugar seguro para quienes trabajen allí y posibilidad de progreso económico y como yo hace ya nueve años trabajo para usted, desde que éramos cinco empleados luchando día y noche por sacar adelante la compañía ¿se acuerda jefe? Usted es una buena persona, un buen jefe, no tuve otro igual y quisiera pedirle que considerara la posibilidad de mi traspaso a ese lugar porque yo conozco como nadie cada rincón y mi experiencia…
─ ¡Basta! No me hable más de este asunto,
¡¿Me entendió Pesoa?! ¡No me interesa lo que me está pidiendo! Ya lo habíamos hablado y tenía que haber quedado en claro, pero por lo visto usted no entendió, yo no me olvide lo que hizo aquella vez y es algo que tiene que ser castigado para darle una lección a toda la fabrica ¿usted me está entendiendo Pesoa? ─ El silencio se apodero del lugar y la mirada firme de un jefe que no va a dar un paso atrás─ Ahora acompáñeme a la terraza, quiero que vea la nueva planta industrial desde arriba. Y por favor vaya asesorando sobre todo lo que usted hace en su cargo y entréguele toda la información necesaria a Miguel Franchini…
─ Pero…no hace ni dos años que ese muchacho está en la empresa…
─ Haga lo que yo le digo porque el si va a pasar a ese lugar, usted no, ¿entendió?
y cierre la puerta al salir”.
Una circunstancia cotidiana frustrante y desalentadora, tantos años invertidos por alcanzar una meta y luego manos vacías. Además de esto que el reemplazo ya está tomado termina por sepultar el sueño de cualquiera.
¿Antecedente? Por supuesto, la Palabra de Dios nos refresca la memoria:
“Y ore Jehová en aquel tiempo diciendo:
Señor Jehová, tú has comenzado a mostrar a tu siervo tu grandeza,
Y tu mano poderosa; porque ¿Qué dios hay en el cielo y en la tierra
que haga obras y proezas como las tuyas?
Pase yo, te ruego, y vea aquella buena tierra que esta más allá del Jordan,
Aquel buen monte y el Líbano.
Pero Jehová se había enojado contra mí a causa de vosotros, por lo cual no me escucho; y me dijo: Basta, no me hables más de este asunto”. (Deuteronomio 3:23-26)
Moisés quería ganarle la buena gana a Dios, hablándole de su grandeza de su poder, pero ya estaba determinado que final le tocaría, es que Moisés fue desprolijo, hizo lo que Dios no le pidió, solo tenía que hablarle a la roca en Cades, para que fluyera agua y diese de beber a Israel y el la golpeo. No era de ellos el milagro, Dios iba a dar agua, pero junto con Aaron dieron un espectáculo penoso, maltratando la roca, que representaba a Cristo, esto no iba a quedar así. No santificaron el nombre de Jehová delante del pueblo. Por mostrarse como un temperamental líder le costó la entrada a la tierra prometida (Números 20:1-13). Su sucesor ya estaba preparado, Josué entraría con la nueva generación.
Alguna vez se habla de más, se hace de más en lo que Dios pide. ¿Por qué? porque tiene experiencia, porque su apellido es muy conocido, por esto, por lo otro, porque si. Luego se olvida y se sigue insistiendo en metas que Dios ya determinó como un asunto superado, que no le interesa y del que no quiere hablar. Inexplicablemente se pierde una bendición, y tal vez por la que se ha trabajado mucho. Y Dios nos hace ver lo que podíamos haber disfrutado de su mano. Desprolijos con lo que él nos pide, profanos a las cosas consagradas al nombre de Cristo. Por eso hay que ser cuidadosos con nuestro lugar en la iglesia aunque parezca un cargo mínimo, dando lo mejor de nosotros. Haciendo todo sin murmuraciones
¿Has visto como grandes líderes son quitados inexplicablemente de algo que creían tan asegurado? (¿que abra pasado detrás de escena?) ¿Has experimentado la perdida de algo tan ansiado y ver como se escapa de tu mano y se lo dan a otro? (recordar y asumir que hay situaciones en la que para Dios no hicimos lo correcto) Que podamos asumir con toda sumisión y aceptación cuando Dios determina el cambio de planes en su obra, estemos siempre atentos a obedecer su palabra sin agregar ni quitar nada de lo que en ella nos pide, ya que la tierra prometida esta por delante, para poseerla
DAVID FERNANDEZ