ACUÉRDATE DE MI…
(mensajes inolvidables)
La
tecnología ha avanzado sorprendentemente. Ahora no solo dependemos de recursos
personales como la habilidad de recordar datos, nombres, lugares y fechas, sino
que gracias a un dispositivo en nuestra computadora en este caso la memoria,
podemos almacenar cual si fuera un cerebro; aquello que será necesario volver a
usar como algo importante.
Relacionamos algún
suceso paralelo e importante en nuestra vida como referente para confirmar y
despejar dudas sobre lo que inmediatamente queda nítido y fresco. Entonces
decimos que: “Cuando nos casamos, llovía a cantaros…”, “Cuando me gradúe en la
universidad estábamos por mudarnos a nuestra nueva casa…”, “Cuando nació
nuestro primer hijo nos habíamos comprado el automóvil…”
Nuestra memoria necesita referentes, datos complementarios para establecer un
determinado tiempo y lugar. Argumentos que finalmente juegan a nuestro favor o
en nuestra contra, a favor estamos de acuerdo; pero Pero ¿en nuestra contra?
Si lo que buscamos es provocar que ese recuerdo sea
un recurso a nuestro favor; entonces vamos a necesitar que aquella persona a
quien le pedimos que haga memoria sobre nuestros actos, tenga un referente
valedero, bueno, digno de preservar. Entonces no habrá dudas de que si pedimos
ser beneficiados en algo, quien use su memoria para recordarnos no tenga
inconvenientes en hacerlo, ya que hay argumentos que nos avalan para ello. Aun así no siempre es necesario demandar al pasado cercano para usar la
memoria, ya que podemos establecer una circunstancia ahora mismo, ya, por un
cambio de actitud que tomamos y guardarlo como dato a futuro. Entonces será
algo a lo que volveremos a recurrir si es que es necesario hacerlo y esto tal
vez sea un giro de 180 grados y cambie nuestro destino para bien.
Pero esto no es
algo nuevo, la biblia ya nos da antecedentes puntuales donde los personajes
involucrados necesitaron que su presente y su futuro estuviesen de alguna manera
registrados en la memoria de Dios.
En el libro de Nehemías encontramos inicialmente un contexto
histórico critico en relación al pueblo de Israel, la ciudad de Jerusalén
estaba devastada y sus muros derribados. Nehemías era un referente hebreo en
Persia. Enterado de la situación de sus hermanos que estaban”…en gran mal y
afrenta”, oró fervientemente a Dios y de manera explicita le pide en una
oración poderosa que le diera gracia y fortaleza en la carga que ahora esta en
su vida. Para esto de manera sorprendente le recuerda que ya en otras ocasiones
su participación fue oportuna en beneficio de su pueblo.
“ Y dije: te ruego, OH Jehová, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible…
Este atento tu oído y abierto tus ojos para oír la oración
de tu siervo…
Acuérdate de
la palabra que diste a Moisés tu siervo diciendo:
Si vosotros pecareis, yo os dispersare por los pueblos pero
si os volviereis a mi, y guardareis
Mis mandamientos y
los pusiereis por obra…
Os recogeré y os traeré al lugar que escogí para hacer
habitar allí mi nombre.
Ellos pues son tus siervos y tu pueblo, los cuales redimiste
con tu gran poder, y con tu mano poderosa…
Concede ahora buen éxito a tu siervo, y dale gracia delante
de aquel varón….”
Nehemías 1:5-11
Así es como Nehemías emprende su largo viaje sabiendo quien era
el que estaba apoyándolo en todo esto, ya que las fibras del corazón de Dios habían sido tocadas de una manera
especial.
Así es que había que ponerse a trabajar, teniendo cartas a
modo de visa diplomática para recorrer
aquellas tierras y también orden de parte del rey para recibir material para la
reconstrucción de Jerusalén y todo…
“…según la benéfica mano de mi Dios sobre mí.”
Pero como sucede a menudo en la vida hay quien no ve con
buenos ojos al que tiene iniciativa de cambiar,arreglar,restaurar algo. Esto es oposición,
hablamos de gente que quiere amedrentarnos, quiere desanimarnos, hacernos
sentir incapaces de lograr algo.
Nehemías necesitaba
tener fortaleza en su empresa. Luego de recorrer las ruinas de aquellos
muros derribados y sus puertas consumidas por el fuego, hablara a su pueblo animándolos a edificar el muro. Pero al oír este mensaje aquellas personas que
se oponían hicieron escarnio de ellos y los despreciaron diciendo: ¿Que es esto
que hacéis vosotros?
“Y en respuesta les dije…vosotros no tenéis parte ni derecho
ni memoria en Jerusalén.”Nehemías 2:17,20
En medio de este clima tan hostil el siervo de Dios necesita
determinación, ya que era mucha la presión y la inversión de tiempo de su parte
para que el pueblo estuviera motivado constantemente. Para cuando las
circunstancian lo requieran Nehemías debía tener argumentos que jueguen a su
favor. Así es como vuelve a dirigir su
oración al Dios de los cielos.
“Acuérdate de mi, Dios mío, y de todo lo que hice por
este pueblo.” Nehemías 5:19
¿Qué estas haciendo a favor de tu gente, de la obra en la cual Dios te puso? Cuando quieras invocar a
Dios por algo ¿tendrás argumentos registrados en su memoria como para que su accionar sea
oportuno? Ojala que nos recuerde en el sitio y el momento en que debimos
estar cuando su nombre debía ser exaltado por medio de la fe.
Nehemías no se iba a prestar al juego de aquellos que de una
manera u otra buscaban atemorizarlo. Nehemías necesitaba fortaleza en
sus manos. Aun esta acechanza estaba potencialmente en el templo. Pero desecho
esto como una mentira y difamación de su persona.
“Acuérdate, Dios mío…que procuraban infundirme miedo.
“Nehemías 6:14
Nehemías no solo se dedico a reconstruir el muro, sino
también a Limpiar y organizar la casa de Dios, para esto también la dedicación
y el temor con que llevo a cabo cada etapa debía ser contenida en un registro
tangible.
La poca responsabilidad de aquellos que tenían un servicio
excelente en el templo, poca visión de los dones con que muchos fueron
llamados.
“Los que hacían el servicio habían huido cada uno a su
heredad”
“Acuérdate de mi, oh Dios, en orden a esto y no
borres mis misericordias
que hice en la casa de mi Dios, y
en su servicio.” Nehemías 13:14
Tal vez en alguna ocasión la pasión con la que realizamos
nuestro trabajo puede superarnos, hablo con respecto a que algunas
decisiones son tan nuestras e impulsivas que luego nos quedamos pensando si
para Dios estuvo bien. Si por defender aquellos principios de conducta en
nuestro grupo o en nuestra familia, o en un determinado lugar de trabajo; muchas veces a ojos
de terceros es como que perdimos los estribos.
“…Acuérdate de mi, Dios mío y perdóname según la
grandeza de tu misericordia...” Nehemías 13:22
Finalmente el siervo de Dios volvió a enfocarse en aquello
que nadie observo detenidamente, aquello que se filtra, se cuela progresivamente
por algún sitio y para cuando se repara en esto hay muchas cosas que están
distorsionadas, adulteradas, contaminadas. Costumbres que su gente había
adquirido de pueblos paganos, hablaban como ellos, vivían como ellos. Como un
guerrero enfrentándose a un ejército de desertores de la fe vuelve a arengarlos
y a maldecirlos, hiriéndolos, Nehemías estaba enfurecido. Tanto trabajo, tanto
tiempo dedicado a favor de ellos y esta es la paga.
"Acuérdate de ellos, Dios mio, contra los que contaminan..." Nehemías 13:29
"Acuérdate de mi, Dios mio, para bien." Nehemías 13:31
Nos ha sucedido…lo se…tanto tiempo dedicado a cosas buenas,
tantos jóvenes que discipulamos, tantos niños que alimentamos con la palabra de Dios y
hoy se confunden entre gente extraña. Maneras de vestir, maneras de hablar, maneras
de escribir sus mensajes de textos en teléfono móvil, o en redes sociales…un
tiempo en la iglesia y otro poco entre gente incrédula que no siente temor de
Dios.
Porque llegara el
momento que sientas carga por tu propia vida y por aquello que Dios puso en tu
corazón y pudiste pasarlo por alto pero no lo hiciste. Seguiste con la carga
porque era muy fuerte el llamado y sufriste oposición soportando las presiones
de quienes no quieren ver como restauras tu vida y la de quienes necesitan
compasión.
Nadie te consideraba capaz de reinsertarte nuevamente en tu antiguo circulo
de amigos.
Nadie consideraba que alguien podía volver a amarte y respetarte, validarte como una persona.
Para esto es
necesario dirigirnos a Dios, cuando llegue el momento el estará de
tu lado, créelo, volverás a recuperar tu inversión.
Soñamos, suspiramos por el día en que alguien golpee la
puerta de nuestra casa ofreciéndonos el empleo perfecto, con cuanta gente
conocemos les abrimos nuestro corazón contándoles nuestros fracasos, nuestros
anhelos. Nuestras heridas se vuelven públicas, nos apoyándonos en potenciales
genios salidos de una botella. Un nombre, un teléfono. Contactos y más
contactos, parecemos un control remoto con tantos contactos. Gemimos…esperando
ese llamado o ese correo electrónico que puede cambiar nuestra vida.
Esperando por horas que alguien se acuerde de nosotros, pero
todo sigue igual y nos sentimos vacíos… ¡allí quería llegar!...cuando los
recursos humanos no son el trampolín para alcanzar tus sueños, cuando no dependemos de personas, solo de Dios y su bendición ¡si eso es!...el
va a traer bendición y fortaleza. Su misericordia será el escudo a nuestro
favor, ¡el se acordara de nosotros!
Así será…cuando la carga sea pesada, cuando se encuentre oposición, piensa en Dios, el pensara en ti.
La salvación es personal, tu relación con Dios es personal, puedes orar por tus seres queridos, por tus amigos, por tu esposo, esposa, amigo, amiga... pero piensa en tu salvación ..que lo que aportes a la obra, sea poco ,sea mucho sirva para estar mas cerca de Dios.
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el
trabajo de amor que habéis mostrado a su nombre…” Hebreos 6:10
Resumen de mensaje dado el domingo 28 de octubre de 2012 por David Fernandez