CUIDADO CON LAS MOSCAS
(Mensajes inolvidables- resumen predica del domingo 22 de Julio 2012)
Hace algún tiempo, vi una película, me
gustan las películas que tienen una buena historia. Lo cierto es que lo resumo
a una parte en que el protagonista principal es llevado a prisión y cumplir una
condena, por un delito que no cometió. Cumplida la sentencia, algo así de 15 o
16 años, regresa a su hogar. Luego de entrar y cerrar la puerta dos hombres muy
fuertes lo toman del cuello por la fuerza sujetándolo y un tercero se acerca a
el y le sugiere amenazándolo muy sutilmente que ahora que estaba en libertad no
se le ocurriera hacer una tontería. Por supuesto que estos eran los malos que
habían cometido el delito y sospechaban
que el recién liberado buscaría vengarse de ellos. Suponían que debió haber
pensado mucho en el día de su libertad.
Ahora bien… lo cuento a manera de
ilustrar que en cierto modo es verdad, en prisión, en la cárcel, sobra el
tiempo para pensar, en buenos recuerdos, pero también pensamientos malos… que
perturban.
Nuestra lectura será en el ultimo
capitulo del libro del profeta Jeremías
capitulo 52 versículos 31 al 34
“Y sucedió que en el
año treinta y
siete del cautiverio
de Joaquín rey
de Judá, en el mes
duodécimo, a los veinticinco
días del mes,
Evil-merodac
rey de Babilonia, en
el año primero de
su reinado, alzo la
cabeza de Joaquín
rey de Judá y lo saco
de la cárcel.
Y hablo con el
amigablemente, e
hizo poner su trono
sobre los tronos
de los reyes de
Babilonia.
Le hizo mudar también los vestidos
de prisionero, y
comía pan en
la mesa del rey siempre todos los días de su
vida.
Y continuamente se le
daba una
ración de parte del
rey de Babilonia,
cada día durante
todos los días de su
vida, hasta el día de
su muerte.”
Conozcamos un poco el contexto de estos acontecimientos. Nuestro
personaje Joaquín rey de Judá es llevado cautivo a Babilonia, luego que
estos invadieran Jerusalén. En
referencia a Joaquín decimos que solo había reinado tres meses, con 18 años de
edad, luego de la muerte de su padre. Queda como regente en su lugar su tío
Mataniás, quien luego recibe el nombre de Sedequias. Pero quien verdaderamente
era rey; era Joaquín, ahora en prisión, pero rey al fin…con ropa de prisionero. Israel
persistía en desobedecer a Dios y fue anunciado juicio si no se arrepentían…y
no lo hicieron. Antes bien endurecieron su corazón buscando constantemente
ofender al Dios vivo.
En tierras extrañas. Comprenderían
lo que habían perdido, extrañarían al Dios todopoderoso. Ahora están en
cautiverio y su rey en prisión. Mucho tiempo para pensar, bien, mal…solos pensar.
Cuando nos toca vivir circunstancias
negativas, inesperadas, las mismas nos hacen cautivos, prisioneros de nuestros
temores. Sentimos el abandono divino que eriza nuestra piel, al punto tal vez
de cuestionar si en verdad; alguna vez fue real la impresión de la mano de Dios
protegiéndonos de todo mal ¿No te sucederá nunca? ¿Nunca tendrás este tipo de
pensamientos? Si hay alguien que nunca tendrá este tipo de problemas, quisiera
que pase a mi lado y me permita fotografiarme con el, seria un honor tener al superman cristiano en un cuadro en la pared. Sin animo de ofender a nadie.
El vicio avanza progresivamente, nunca fue tenido en cuidado. El adulterio
flirteo con la integridad de labios resueltos y despertó en una cama extraña. En brazos extraños.
Fracasos financieros, intimaciones judiciales, baja estima, perdida de empleo
de manera inexplicable. Ofensas consumadas, el pasado que revivimos
voluntariamente…victimas o victimarios. Hemos terminados literalmente en una
cárcel y terminamos vestidos de prisioneros. La prisión es virtual, pero los
efectos son reales.
Sinceramente en primera instancia
al preparar este tema trate de enfocarlo hacia el tiempo en el que nuestra vida
estaba lejos de conocer la verdad. Luego llegaba el tiempo de una transición,
de muerte a vida. Gloria a Dios por esto. Pero asombrosamente la vida cristiana
tiene muchos matices y encontré que
En relación a nuestra fe, hasta que
nos vamos consolidando en el conocimiento de la Palabra de Dios, en algún
momento, bajamos el escudo de la fe y el enemigo hace desastres en nuestra
ignorancia bíblica.
Porque el vino para matar hurtar y
destruir, ese es su trabajo.
Tal vez, injustamente sientas que
estas pasando necesidades económicas, tu salud se remonta a otro tiempo en el
que no lo considerabas. Hoy esta deteriorada y un diagnostico en tu mano te
doblega a un
¿Por qué?...Un cónyuge ha cambiado
radicalmente su comportamiento y sospechas bien infundadas te replican que
fallaste una vez más y que aquel a quien tanto amas, te ha sido infiel. Y tú dices basta…pero las pruebas se renuevan
como tropas de relevo.
Tristeza en el corazón…un hijo que
se ha vuelto adicto a las drogas, una hija que se va prematuramente del hogar,
porque quiere “vivir su propia vida”.
La primera reacción es el aislamiento, la
reclusión, alejarse de nuestro entorno en la fe sin dar muchas explicaciones.
Apartarse será la solución, es el pensamiento más fuerte que prevalece. Por eso
bien lo dice la palabra que “no dejemos de congregarnos como algunos tienen por
costumbre”.
Porque allí llega satanás, para
sembrar dudas…sobre tu fe.
¿Dónde esta tu Dios en todo
esto? ¿Cómo podrás salir de los
problemas? ¿Qué paso?
Satanás vuela alrededor de tu cabeza para implantar pensamiento de
rebelión pues te sientes en abandono paternal, en prisión, sin posibilidad de
cambiar nada.
Fueron 37 años los que estuvo Joaquín en
la cárcel hasta que el nuevo rey Evil-merodac levanto su cabeza y lo saco de
prisión. Solo 3 mese había reinado en Judá, 37 años preso en Babilonia. Pero
era rey.
Sus compatriotas también cautivos
lo reconocían como lo que era, aunque estaba en destierro. Tal vez Joaquín ya lo
estaba olvidando ¿Qué llevo a este rey a tener este gesto con un prisionero?
37 años, no siempre significa
tiempo, también representa una determinada circunstancia, una etapa y una
situación adversa en nuestra vida. Evil-merodac, hablo amigablemente con el,
debía cambiar su manera de pensar, sus pensamientos necesitaban ser tratados
para ser restaurados ¿Cuánto duro esta charla amigable? Un día?...un mes…su
mente debía ser sanada.
Segundo paso: cambiar sus ropas.
Quitar ropas de prisionero y devolverle aquella investidura publica que había
perdido. Identidad. Respeto. Era la única manera de poder ubicar como dice el
pasaje “su trono por encima de los otros reyes de Babilonia” y que lo
reconocieran como tal. Si el rey lo habilita ¿Quién presenta oposición?
Siempre me gusta hacer referencia a
los secretos de éxito en la vida de un pastor de ovejas. Ya he mencionado
algunos en otras predicas, hoy voy a compartir porque David el rey amado de
Israel, en salmos 23 hace referencia a
cierta práctica de Dios sobre el:
“…Unges mi cabeza con aceite, mi
copa esta rebozando…”
El conocía este significado en la práctica,
porque lo había comprobado con sus ovejitas en el campo.
Las ovejas atraen moscas a sus
hocicos, ya que es allí que entre el sudor, el calor y los olores rancios
propios de animales que tienen contactos con pastizales y algo de estiércol;
conforman una pista de aterrizaje para los insectos. Estas moscas dejaban
larvas que en pocos días se volvían gusanos. Ellas se dirigían a donde
indudablemente podían conseguir un efecto terminal: la cabeza de las inocentes ovejas.
Corrompiendo todo hasta acabar con
lo que esta sano.
Así es que debido a esto, David derramaba
y empapaba la cabeza y el hocico de sus ovejas, con aceite, mezclado con alguna
otra hierba. Las moscas volaban alrededor de ellas, pero ya no se posaban, no
contaminaban. Esto hacia David todos los días.
David sabia, que si el aceite del
Espíritu de Dios estaba en su mente, su corazón (copa) se llenaría de
alabanzas, había cobertura de Dios para cada día y si el aplicaba esta verdad
sobre su vida nada le iba a faltar, aunque le faltara en la realidad, confiaba
en aquel que sustenta todo. Cualquier pensamiento de duda, cualquier
cuestionamiento a su actuar soberano no lo debilitarían cuando anduviera en el
valle de sombra de muerte. El temor huiría, su confianza estaba en el Señor,
nuestra confianza debe estar en nuestra mente y en nuestro corazón
definitivamente.
Finalmente Joaquín fue invitado de por vida a comer en la mesa del rey y
Allí se le daba una ración diaria de
parte del rey de Babilonia, cada día, todos los días de su vida hasta el día de
su muerte.
¿Qué vio Jesús en ti? ¿En mi? ¿En
el? ¿En ella?....Para llegar hoy a nuestra vida y cambiar nuestra mente?
Nuestra manera de pensar.
Devolviéndonos lo que habíamos olvidado. Ropas reales.
Ninguna mentira del enemigo nos
despojara de nuestra identidad, siempre que preservemos nuestra mente y corazón
de las moscas que llegan aprovechando
condiciones ideales para posarse y contaminar
…gusanos que socavan la mente, gusanos que susurran nuestro transitorio
fracaso, sutilezas sobre una aparente ausencia de Dios en nuestra
desesperación.
El nos ha provisto el alimento cada
día, su palabra de la cual comemos de su mesa y el Espíritu Santo
Como ungüento sobre nuestras
cabezas.
Joaquín comía delante de sus
enemigos, aquellos que lo llevaron cautivo,
David decía: “Aderezas mesa
delante de mi en presencia de mis angustiadores”
ADEREZAR: arreglar,
hermosear, acomodar.
Siempre estará la mano de Dios para exaltarnos delante de aquellos que hacen oposición.
Finalmente el salmista amplifica su
experiencia en su relación al Pastor de su alma en el salmos 27
Versículos 4 y 6
“Una cosa he demandado a Jehová
Esta buscaré,
Que este yo en la casa de Jehová
Todos los días de mi vida
Para contemplar la hermosura de
Jehová y para inquirir en su
Santo templo…”
“…Luego levantara mi cabeza
Sobre mis enemigos que me rodean…”
INQUIRIR: examinar, indagar
algo con cuidado.
Cuando queden dudas, venga a la
casa de Dios, usted debe plantear sus dudas aquí, este es el lugar donde
siempre habrá un ambiente propicio para que el Señor sea frontal con tus
cuestionamientos, y el será equitativo y justo, nos hará comprender cual es su
voluntad en nuestras vidas. Deja que El derrame aceite sobre tu cabeza,
ungiendo todo pensamiento y los lleve a la obediencia en Cristo ¡Amen!
“Ciertamente el bien y la
misericordia
Me seguirán todos los días de mi
vida
Y en la casa de Jehová morare por
largos días”