MÁXIMAS PARA UNA VIDA ESPIRITUAL SALUDABLE

      Hoy será un día lleno de expectativas, primero voy a agradecer a Dios por confiar  en mi como alguien que puede inspirar en las personas  algo bueno. Si mi día se pone difícil lo tomare como un desafío a mi fe y me sentiré mas que vencedor, ese será mi pensamiento. Echaré fuera la derrota, fui predestinado para el triunfo, Prefiero invertir mis horas en aquello que es dar sin esperar recibir. No hay mejor manera de terminar el día, pensando que mientras estuvo el sol, fui importante para mis hijos. Que ellos pudieron ver en mí, una persona que hace lo correcto ante los ojos de Dios. Por esto deseo mantener mi mente fresca en valores que se han desarrollado en base a un aprendizaje que viene de lo alto.

 Pero siempre volveré a despertarme conciente de vivir nuevamente abrazado a su voluntad  para tener una vida espiritual saludable. Por esto mismo y por mucho más, pensare que:

* No hay mejor oportunidad que la que se puede perder.

* No hay mejor desafío que el que no se quiere enfrentar.

* Antes de reaccionar instintivamente por una ofensa, buscaré la blanda respuesta.

* No usare el pulpito ni mis predicas para solucionar problemas personales con ningún hermano en  la fe… (Tú, no lo habrás hecho, ¿verdad?)

* Si alguien me ayudo en algo, estaré agradecido y lo recordaré como una provisión divina.

* Siempre habrá una canción en mi corazón, sea cual sea la situación en la que me encuentre. Mi alabanza no puede ser censurada. Mi familia confiara al verme confiado en Dios.

* Mirare mi pasado como algo que se puede redimir  solo así continuare hacia delante.

* Daré gracias a Dios por cada prueba, porque así es como El me sigue capacitando, y me tiene en su lista de alumnos de una escuela virtual de 24 horas.

*Buscare la gracia que Jesús me ha regalado, que me reconozcan como una buena persona, humilde y  cuando me vean a mi yo lo refleje a El. Nadie debe recordarme por algo malo que fui. Si fui perdonado seré sal y seré luz, esa sera mi actitud.

*Seré una palabra de esperanza, seré el consejo oportuno, de esto hablare. También la mano en el hombro del que esperaba un reproche. 
*Quitarè hasta el mas mínimo concepto de superioridad que tengo de mí.

Y todo por despertarme con un pensamiento de victoria…

 ¡¡¡Gracias Dios por este nuevo día!!!

   Autor: David Fernandez