Solo palabras
Hoy…me vi vulnerable…y no me gusté. Es una visión
interior de mí ser en un pequeño espacio en el tiempo, como quien palpa en la oscuridad inútilmente. No soy
así, no me conozco tan débil y me resisto a creer que fui llevado a una
emboscada sin sentido, sin merecerlo. Pero hoy es una ocasión irrepetible. No
me resignare a que mis días pasen sin sentido, encerrado en los miedos que me
obligaron a ser lo que hoy soy.
Agradecería que no
te adelantes en conjeturas, tendrás tiempo para pensar en esto porque tengo el beneficio de la duda. Recuérdame
bien, no solo por el afecto que nos tenemos sino por el respeto que me merezco.
Soy así, es mi naturaleza. Estoy hablando y mis ojos se ven cargados, llenos de
sueños inconclusos, del tiempo que desperdicie sin pensar tanto en mí, de mis
palabras silenciadas para no herirte cuando aun eran en defensa propia. Te pido
perdón…pero quiero otra cosa para mí, piensa en esto…estoy al punto de extender
mis alas y saltar al vacío. Volaré, créelo, mi destino no tiene horizonte, lo
he visto hacer a otros y lo lograron, aunque a pasado tanto tiempo y he
olvidado algunas cosas. Respeto tu decisión
si es que no quieres acompañarme en esta aventura, te extrañaré, porque fue mucho tiempo que
pasamos juntos. Guarda los mejores
momentos, también yo lo haré, lo prometo. Pero hoy, una ventana está abierta
frente a nuestra realidad, alguien no reparo en esto y mi celda ya no es tal. Mañana
el día tendrá un sentido diferente para mí. Créelo.
(Palabras desesperadas oídas de dos canarios en una jaula
a la que alguien olvido cerrar su pequeña puerta)
Autor: David Fernández
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