El hombre hecho a la imagen del hombre
La tecnología avanza a pasos agigantados, el sistema demanda
de cada persona una constante actualización de datos personales para una integración
en la nueva sociedad del siglo 21.
Nuestro nombre es un registro de formalismo innecesario
llegado el momento ya casi irrelevante. Somos una clave en la cuenta de banco, una huella dactilar
en un acceso restringido, un nombre falso en un acceso de correo electrónico.
No reparamos en esta transición, porque la creímos buena. Se nos ha olvidado
ese primer día en que andábamos por la vida cual si fuéramos potenciales espías que cargaban en una nueva área
de su mente información secreta no revelada a nadie, ni a familiares, nadie
sabe de contraseñas personales, nadie conoce el acceso a mis correos ni mi
cuenta bancaria. Este tiempo lo demanda, porque si quiero tener comunicación con
un amigo será cuestión de segundos, sin hablar, mis dedos cual obedeciera a una señal robotica, tocara el teclado y
la pantalla le dara una orden a mi cerebro. Como una lectura obligada que nos dice cual es nuestro proximo paso. El
introvertido se vuelve simpático al escribir mensajes e las res sociales, el cobarde
toma coraje y enfrenta a quien sea con una personalidad desafiante que no va acorde a su
verdadera manera de ser. Los que corrompen a inocentes se disfrazan con mantos
de piedad, y esto en el orden de todas las cosas. Hemos entrado en este tiempo
a formar parte de la generación digital. Los niños de tres años ya manejan
nocivamente el area digital a manera de juego, anulando etapas de formacion de su desarollo cognitivo que es nada mas ni nada menos el producto de los esfuerzos del niño por comprender y actuar en su mundo. Se pierde el inicio de esa capacidad annata de adaptarse al ambiente.
Quiero información
clasificada, solo tendré que obedecer a los requerimientos del dueño del sitio.
Por otro lado el rol que cumple la telefonía celular en cada individuo, a generado una especie de humanos permisivos a esto. Una vibración
detiene nuestro próximo paso. Nos saca a un lugar privado, para enterarnos de una gran verdad o ser parte de una mentira . No hay vueltas, esto parece irreversible,
hemos sido rediseñados por humanos mortales que comen, se resfrían, bostezan, iructan, duermen,
cruzan el semáforo en rojo…y todo lo que podamos imaginar.
Hemos sido formateados de nuestra esencia, nuestra hechura
era otra.
Sin embargo, este avance en cuestión tiene su lado bueno si
lo vemos en una óptica humanitaria de aquellos que comparten una necesidad un
dolor, un éxito y todo aspecto filantrópico, ademas de una manera innimaginable de predicar el evangelio.
El hombre tuvo un diseño inicial que ha sido trastornado, no
fue así antiguamente, cuando el hombre iba a dejar de ser un proyecto para
convertirse en acto creativo consumado, nació en labios de Dios como algo bueno:
“Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra
semejanza…”
“Y creo Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo…”
Génesis 1: 26- 27
¿Por que las personas persisten en una indiferencia
constante hacia Dios?...tal vez tengamos que conocer mas profundamente lo que dice
la palabra de Dios…porque, alguien hizo un trabajo sutil, lento y progresivo.
"Pero si nuestro evangelio esta aun encubierto, entre los que
se pierden esta encubierto;
En los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de
los incrédulos, para que no les
resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el
cual es la imagen de Dios".
2 Corintios 4:3-4
2 Corintios 4:3-4
El cristiano vive la fe en Cristo, la fe es la certeza de lo
que se espera, la convicción de lo que no se ve.
Cada hijo de Dios esta para dar testimonio y mostrar de esta
luz a una generación en ceguera espiritual, la iglesia, el cuerpo de Cristo en
la tierra esta para manifestar la gloria de Cristo a un mundo de incredulidad
que persiste en una autonomía terrenal, lejos de Dios. La iglesia vuelve a
tener participación en cada lugar, vuelve en cada generación con un mensaje de
arrepentimiento donde la consigna es volver a su creador. La imagen de Dios solo será visible al corazón
del hombre cuando se acepte voluntariamente que hay un entendimiento humano embotado
de una realidad virtual; que como sustituto viene para hacernos creer que
podemos manejar nuestro destino desde una butaca. Mientras todo siga en este
concepto, abra sillas vacías en los templos, cristianos no comprometidos con la
obra, familiares que irán desapareciendo físicamente con destino de perdición, jóvenes que cambiaran sus
lugares de oración donde doblaban sus rodillas por cómodos asientos frente a
una pantalla; que no demandan sacrificios ni renunciamiento. Estamos en el siglo
21, hechos ¿a la imagen y semejanza del
hombre?…o, hechos ¿a la imagen de Dios?
Tomado de:"Un estudio interno" autor: David Fernandez
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