Ensayo 1
Los pescadores lavan sus redes cada amanecer, un ciego a la orilla del camino sigue pidiendo limosna, los jóvenes se alborotan, desfallecen.
Están por arrojarle piedras a alguien.
¿Oportunidad? , ¿Redes en plena ciudad?
Vayamos al mercado, también a una tienda, urgemos en los números de un dia negro para las ventas ¿Y Qué hay de invitarles a probar por fe en una hora más de local abierto?
La palabra bancarrota prepara las maletas y es declarada persona no grata.
¿Un ciego mendigando? , no, por supuesto que no es fácil aplicar una escena bíblica a nuestro tiempo porque todavía no lo visualizamos girando la cabeza de un lado para otro. ¿verdad?
Míralo bien ¿no es lo que pensabas o si? nuestro personaje baja de un BMW, y deja la alarma encendida, lleva un lujoso maletín con cerradura combinada digital. Sus zapatos vienen de Italia en vuelo comercial privado. Su traje huele a tardes nevadas en los Alpes suizos. Pero es mendigo y ciego…y el no lo sabe, su apariencia es la paradoja de la exégesis teológica.
¿Cómo lo sabrá si nadie se lo dice? ¿Cómo oirá una verdad, si nadie se la revela?
El desafío nace, pero tenemos tendencia a mecerlo en un contexto acorde a su nivel, para que no se mezcle con cristianos de segunda clase. La arremetida fue buena pero la pulseada la volvió a ganar un argumento grosero.
En una Latinoamérica globalizada, y que visiblemente esta vendiendo al mundo una cierta armonía política, salvo pequeños focos de diferencias, se denota oportunamente una necesidad de volver a los valores primitivos de evangelismo. Hoy la bandera del Testimonio esta cuestionada por la misma sociedad, desacreditado, sospechada de ser secularizada ciento por ciento, bajo el argumento de mantener una imagen un tanto mas terrenal que celestial…o sea que parafraseando, hay que: “contextualizar el mensaje”.
Vez tras vez, volvemos a ser consecuentes a un paradigma de tendencias evangélicas de marketing.
Permítase una inhalación dosificada del Espíritu, en medio de una generación asmática la esencia de la fe sigue su naturaleza divina:” Breve pero preciso, sencillo pero profundo”…
Autor: David Fernandez
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